martes, 30 de diciembre de 2008

Feliz Año Nuevo

No quiero ser aguafiestas. Pero no os engañaré: No las tengo todas conmigo para este año que viene. Resulta un poco complicado ser optimista salvo que te mantengas ignorante, o tengas una gran capacidad para la indolencia.
No voy mal yo de indolencia, aunque últimamente estoy sensible. Lloro cuando escucho la radio, las noticias, el telediario.. ¡los anuncios! .  Sí sí, los anuncios. Primero uno que nos vende un medicamento para las digestiones pesadas, claro, con estas fiestas, los estómagos más fuertes se resienten, empachos y sobredosis de alcohol y comida.... Aiiss.. terrible.... Luego otro anuncio, una ONG. Acción Contra el Hambre. Sin más comentarios. Las lágrimas me vienen a los ojos y me siento mal, pero no es que sea mejor que los que no lloren o ni se percaten del mal gusto del que reunió tales anuncios en la programación, no.  Quizá sólo sea hormonal. Estoy estúpidamente sensible. De nada vale llorar... ¿verdad?
Estamos en crisis de amor. Existen muchas personas buenas, pero todos reunidos, la humanidad, resulta nefasta..... Difícil creer en la bondad humana con sólo ver la portada de un diario cualquiera.
Tengo que esconder los periódicos con el afán de proteger a mi hijo de las imágenes que salen en primera plana: un campo sembrado de cadáveres, seres queridos de alguien que con gesto compungido acoge la cabeza de uno de esos muertos en su regazo... Barbarie, dolor.. y luego rabia, y más odio. Centenares de muertos mientras aquí sonreímos y deseamos felices fiestas... Felices Fiestas. 
Cierto es: estamos en CRISIS. Tiramos toneladas de comida que no damos comido en estas excelsas cenas llenas de marisco, de cordero, de capón. Turrón duro. Cuídate esos dientes. Son para toda la vida. Te veo mal... ¿no estarás embarazada?
No. No lo estoy. Protejo a mi niño de las portadas de los periódicos. ¿Quién protegerá a los hijos de los muertos?
Y no quiero ser aguafiestas. De verdad que no. Quizá este post, aquí y ahora, es de mal gusto. Sí.

Dentro de unas horas empezará un nuevo día, un nuevo año, el resto de nuestras vidas...
Tenemos mucha suerte. Yo, yo tengo mucha suerte. Ojalá aquellos que lo necesitan de verdad tengan un mejor año 2009. 

Y que los buenos... ganen.

Y todo esto lo pienso mientras friego la bandeja del horno donde asamos el cordero. Me gusta jugar con el jabón y el agua. Y las copas de cristal fino, que no se estropeen en el lavavajillas, y de paso las hago sonar acariciando el borde con el dedo mojado.... y vuelvo a ser una niña... una vez más, y así seré feliz... ignorante e indolente... una vez más.
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sábado, 13 de diciembre de 2008

El buzo rojo de mamá

Fíjate qué guapo está.

Y cómo disfruta de la nieve, ahora empieza a cogerle el gusto...
Sí, al principio estaba un poco perdido. Está fría, y moja si la tienes un rato en al mano. Y cruje cuando la pisas. ¡Y qué carita se le quedó cuando le cayó en la cara esa nieve del árbol! jajajaja. Pobre...
Sí que está guapo, con ese traje rojo para la nieve de su mamá... Es increíble, con más de treinta años que tiene, de cuando ella tenía su edad... 3 añitos.
Es que en Alemania hacen las cosas muy bien.
Sí, tecnología textil alemana... jajajaja. Parece un astronauta! jajajaja
Sí. La abuela trabajaba en una fábrica de calcetines y medias. Parece salido de un chiste: ¿el colmo de una mujer que trabaja tejiendo calcetines?...
Cual...
Pues que su hija siempre tenga los pies fríos.
Pues es cierto... jajaja.
Y es que en Alemania nieva bastante, y más en la Selva Negra, donde yo nací y pasé mis primeros 3 añitos.
¡Pues vaya nombre! La Selva Negra.... aissss. No me extraña que salieras un poco salvaje...
Sí, jajaja.
Pues si nieva tanto debería llamarse Selva Blanca... ¿no?
¿Por qué se llamará Selva Negra?
Eu que sei! Ó mellor miro.
Sí, sí... investiga.
Fotos: O reisiño na neve no monte de A Cañiza hai 15 días e mami co mesmo buzo vermello no coliño da avoa, Alemania, hai uns 35 anos.

martes, 9 de diciembre de 2008

Pubís pavós, a filla do rei, casada con vos...

Podría ser el envés de la hoja de una planta con pilosidades rojas. Sí. Podría... Pero en verdad es el verde pubis de una exótica pelirroja.
Cuestión de Fé.
O cuestión de sexo.
O cuestión de calor humano.
O sólo de calor.
Mirad y encontrad todos, en él, vuestra verdad.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

U baby.. baby... it's a Wild World

Subió una vez más por las concurridas escaleras. Las salas delante de las puertas de las consultas estaban llenas de gente. Hedía. Quizá sólo era uno, quizá unos cuantos, pero aquel olor los hacía parecer a todos sucios. Sucios enfermos y mojados. En la calle llovía y hacía frío contrastando con el infierno de temperatura que había en el centro, con la calefacción averiada y fuera de sí. Los paraguas acompañaban a aquellos variopintos usuarios hasta sus incómodos y marrones asientos de plástico duro, unidos en hilera, algunos hacinados como si fuesen los asientos de un improvisado teatro en el vestíbulo-sala, otros arrimados a las insulsas paredes aderezadas con carteles informativos, de campañas contra la violencia, pidiendo silencio o anunciando la puerta del médico o enfermera de turno.
Todos la miraron pasar. Miradas de desprecio, en algunos casos, en otros de incomprensión, de curiosidad, de envidia incluso, a veces una mezcla de todo y a veces miradas indescifrables, que la acompañaron todo el camino hasta que se perdió brevemente en una de las consultas. Salía acabando una sonrisa que se borró de golpe cuando se percató de la vuelta de las miradas. Su carga había cambiado: entró con una maltrecha carpeta rosa y salió con un montón de carpetas, igual de maltrechas, algunas azules y otras rosas. Muchos repararon en el detalle y se produjo un rum rum común y también variopinto en sus cabezas. Cada uno sacó sus conclusiones, que se reflejaron en sus ojos, a veces claramente, otras con velos de diferente grosor y color: paranoias, odios, incertidumbres, tristezas, impotencias... La mayoría de aquellas miradas estaban veladas, y pocas, o ninguna que pudiese descifrar, tenía buen trasfondo.
Un abismo se le antojó que había entre los malolientes miradores y ella. Se figuró caminando por un estrecho pasillo y pensó que cualquier desvío de su trayectoria sería fatal. Quiso salir rápido de enmedio de aquella cada vez más tupida telaraña de miradas antes de que fuese demasiado tarde. Apuró su paso y regresó a su refugio, abajo, detrás de la puerta que ponía PRIVADO, sólo para el personal. Según entró un compañero le entregó otra maltrecha carpeta, azul.
- Otra urgencia, esta es para el Dr. Rodríguez - le dijo.
- Ve tú, yo acabo de subir - respondió a la vez que le devolvía la carpeta.
El colega, algo contrariado, respiró hondo y salió decidido.

No pudo evitar sentirse culpable cuando lo vió, instantes más tarde, desmadejado en aquel creciente charco de sangre, en el descanso de las escaleras, mientras algunos de los médicos y enfermeras se precipitaban sobre él para prestarle auxilio esquivando las carpetas desperdigadas por el sucio y húmedo suelo. Todo apuntaba a que la humedad en la escalera había hecho resbalar fatalmente al porteador. Sin embargo, un pálpito crecía en ella mientras la culpa dejaba paso al miedo. Levantó despacio la cabeza y los vió. Reconoció en lo alto de la escalera a algunos de los mirones, que, escudándose en la curiosidad, se asomaban para ver el estropicio. Volvieron su mirada hacia ella, de nuevo hacia ella.... amenazantes.


P.D. Y tiene razón Raúl, es mejor la original de Cat Stevens (yo no lo sabía!):

viernes, 28 de noviembre de 2008

Thunder para empezar el fin de semana

Me gustan mucho estos chicos, aunque ellos no quieran mi Dirty Love... Aissss.

Me enamoré con aquello de creer en el amor, y lo de "tú eres la razón por la que cuando me miro en el espejo... veo un hombre mejor..."

Y me siguen gustando mucho estos chicos, aunque ya estén mayorcitos... jajaja. Mejor. Con solera, saben mejor Hummmm. Una sonrisa para este otoño tristón.
Everybody is laughing.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Réquiem para una nada simple hoja

Soy una de esas hojas, la más bonita. Ahí estoy, aferrada a mi ramita, sin rendirme, ansiosa por volver a ponerme verde, intensa, tierna, por volver a sentir la savia fluir por mis entrañas.
Mi historia no es distinta de las otras: el otrora templado viento que me mecía se enfrió, se puso más agresivo, como enfadado, y me sacudió. No dejé que me arrancase, pero todo cambió y se hizo más difícil. Mi ansia de vida me mantiene firme, y aun cansada, no dejo de preguntarme por qué... por qué los elementos se vuelven en Mi contra...
"Como si fuese la única...", dicen casi con desprecio. Y lo soy. Lo soy. Para mí sí. Sí que lo soy.
Dicen que es la naturaleza. Ley de vida. "Pero yo.. no soy natural" les respondo soberbia.
Mi Árbol también lucha por mí, quizá intente ser como yo, antinatura... Todavía le quedan fuerzas para agarrarme, a pesar del letargo que el frío le produce y aun sabiendo que tarde o temprano me caeré. Siempre guarda una esperanza para su hoja preferida, y esa soy yo. Soñadores.... Empiezo a sospechar que lo hace con una todas las temporadas, para darle sentido a su vida. Pero me da igual, sé que este tiempo ha sido sincero... que, a su manera, me quiere. También sé que seguiré mudando mi color hasta el marrón tabaco, destacando contra ese azul intenso de un despejado cielo que presagia una brutal helada, quizá mi última estocada. ¿Dónde está el Sol salvador? ¿Por qué ya no nos mira igual? ¿Por qué pasa tan rápido, sin calentar? Se ha vuelto indiferente, y sólo se pasa unas pocas horas, mirada sesgada, para iluminar con su natural luz toda nuestra decadencia...
Estoy tan cansada...
Y tengo tanto sueño...
Aquí una nana para mí... O no: Debe ser mi réquiem.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Nas meniñas dos teus ollos

En mi nave espacial, desnuda y mojada, dibujé tus ojos para que me mirasen mientras escuchaba a María do Ceo desgarrando almas con su voz...
Mi sentido común me dice que los ríos de lágrimas son debidos a un exceso de humedad, que gravemente busca cauce para salir de esos ojos tuyos que amanecieron en la superficie mojada, ayudados por mis dedos.
Mi imaginación me cuenta la verdad: tú, y yo... lloramos de emoción al escuchar a esta mujer cantar.
Desde aquel día, cada vez que te dibujo, con esos ojos míos, en la mampara que delimita mi húmedo espacio, no puedes dejar de llorar... Lágrimas contenidas en el saco sin fondo de tu alma.

martes, 18 de noviembre de 2008

Mover ficha

Deberías mover ficha. Te toca.
Ya, pero no estoy segura de cual mover.
Tampoco hay tantas.
Ya.
Quizá no sabes si moverla o no.
Mejor hacer y no pensármelo tanto. Me pueden comer y hacer Dama.
Exacto..
Sí, lo sé.. Pero si muevo quizá me convierta yo en Dama.
Pues sí, terrible ¿verdad?
No me vengas con sarcasmos... ¿Y si no valgo para Dama?
Sí que vales. Te mereces ganar esta partida, y tú lo sabes.
Sí, sí. Al fin todos quieren que gane.
Todos todos no. Sabes que siempre hay un enemigo...
Hay algo que no me huele bien en todo este asunto. En esta partida no se ven todas las fichas en el tablero.... No puedo con esta falsedad.
No te dejes encizañar, sólo haz lo que debes.
Sí. Así lo haré. Después podré dormir mejor... ¿me lo prometes?
El sueño es caprichoso... Pero si te hace sentir mejor.. Sí. Te lo prometo. Son tiempos de cambios. ¿No querías nuevas sensaciones?, pues ésta es la tuya.
Tienes razón: me merezco comerme este dulce. Dejaré de buscar amarguras INeXiStentes.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Belleza interior... ¡¿y qué si no se ve?!


Y cuanto más viejita y desdentada menos amiga de la Gran Luz, del Día. Siempre me ha parecido engañosa, y sin embargo.... Aissss, ni con ella ni sin ella.
Fotofobia. Unas gafas de sol y listo. No no, no es tan sencillo.
Es de esas, reinonas que acaparan toda la atencion para sí y no dejan brillar a los demás con su propia onda. Todo está lleno de discretísimas, invisibles ondas que están ahí, aunque no las vemos.
Todos tenemos nuestra onda. La Gran Luz es una onda histriónica y omnipresente de día, por eso me gusta la noche, el reino de las sombras. Y cuando no vemos luz, ah! entonces la echamos mucho, muchísimo de menos. No podemos vivir sin ella, aunque no hagamos la fotosíntesis (quizá alguno sí... jajajaja, tipos verdes que andan sueltos... ).
Soy nocturna, porque entonces puedo ser, más intensa... Sí, debe ser eso. Qué pereza lidiar con las mentiras del día, tan brillantes y claras, cuando puedes coquetear con los misterios de las sombras, siempre llenos de esperanza y verdades que no se dejan ver, sólo soñar. Quizá es que de día, sólo puedo ser mi sombra, cautiva de luces ajenas...
Lo importante es no apagarse, no extinguirse con el tiempo. La belleza interior, tu onda, tu luz, tu poder... Sólo fíjate, no te dejes deslumbrar por el brillo de la tersa piel que sólo es un reflejo de otras luces. NO. Lo realmente bonito, lo que realmente vale la pena mirar, está brillando en tu interior.
Ay.. sí sí... la belleza está en el interior, pero, a veces, es tan difícil de ver...

Este mundo es un mundo de luces y sombras, en diferentes escalas. En todo está y lo es todo... que decía Rosalía de su Negra Sombra... como si tuviese existencia por sí sóla. No: toda sombra tiene su luz cautivadora...
Cuando vemos el brillo que emana del interior de alguien, puede llegar a hechizarnos... Esa luz que sólo tú ves... y que llaman Amor.

martes, 11 de noviembre de 2008

Una Chica fácil

No solía ponerse falda. Hoy la llevaba. Viajaba en el asiento del acompañante del conductor mientras la lluvia golpeaba el parabrisas y los limpias oscilaban una y otra vez hipnotizándola, empujándola a otro viaje, este mental, al pasado. Mirándose las rodillas enfundadas en los pantys calados su mente volvió una vez más a aquel instante, hacía unos casi veinte años, con su primer novio, en aquel bar de tapas, en aquel rincón, sentados en aquel banco de madera. La mesa tapaba la exploradora mano que perseguía un objetivo claro, despacio, entre las piernas. Aprovechando que llevaba falda el joven adolescente se afanaba en despistarla besándola largamente para ir subiendo poco poco por sus muslos enlicrados. Negros eran los pantys que llevaba por aquel entonces.
Y ahí tuvo lugar, el gesto que marcó su vida, o al menos sus siguientes años, tan importantes, el tiempo de hacerse adulta. Nada de eso ocurrió, se sumió en un agujero espacio-temporal en el que no pudo realizarse como persona, continuó siendo una niña, una adolescente, equivocada, sumisa e infeliz mientras estuvo a su lado.


- Y después de aquellos años, estos otros - pensaba mientras brevemente volvía a ser consciente del oscilante movimiento de los limpiaparabrisas - madurando todo lo que no había podido durante aquella demasiado larga y destructiva relación .
Tenía la convicción de que si no le hubiese dicho aquello de: "Cuidado, te vas a pillar los dedos", mientras apretaba con sus muslos impidiendo a la osada mano pasar la frontera prohibida, todo, absolutamente todo, hubiera sido diferente.
Y quizá le hubiese roto el corazón cuando la hubiese dejado después de la consiguiente noche de sexo...
Pero no, ella no había sido "una chica fácil", así que aquel gesto le convenció a él esa noche: era la mujer que necesitaba.
Cuando volviese del viaje que haría durante una larga semana con sus amigos y sin ella (diferente que se medía el tiempo entonces), retomarían la relación seria.

- Ojalá hubiese sido una chica fácil aquel día - pensaba para sí mientras unos leves rayos de sol hicieron aparecer un ancho y cómodo arcoiris que su mente empleó como tobogán que la devolviese al finalmente acertado Aquí y Ahora. Qué bonitos pantys calados estrenaba hoy. Sí. Le quedaban muy bien. Y qué decir de sus botas...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Entra en el armario Monstruo, que eres un Monstruo

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En el armario no hay nada.
Sí que hay. Hay gente respirando, y cantando. Son monstruos.
No, no hay... ¿lo ves?. Bueno ahora sí, estoy yo, pero no estoy de servicio. No hay nada que temer.
Te diré lo que haremos, pondremos el cabazo en la ventana para espantar a los monstruos ¿vale?
No. En el armario.
Los monstruos del armario son buenos. Mira que bien tocan...

sábado, 1 de noviembre de 2008

El lado oscuro 2. La historia no continúa, alterna como vulgar meretriz.... O de como un mismo final puede ser trágico o feliz.

Estaba cansada. Sietepatas la llamaban desde que había perdido una de las ocho en la batalla, cuando corría despavorida, como alma que lleva el diablo, a lo largo y ancho de la pared para poder deshacerse de su enamorada sombra, omnipresente y especialmente molesta desde el principio.
- Nunca te dejaré ir. Te quiero demasiado. Somos parte de un único ser - había sentenciado, cariñosamente acosadora justo debajo de ella.
- No le llames a esto amor. Esto es una esclavitud. No me dejas ser, desarrollarme como ente único. Siempre estas ahí, robándome parte de mi identidad. Por tu culpa, no sé quien soy, ni seré capaz de averiguarlo. Lo único que deseo es que desaparezcas para siempre.

No se sabe si alguien escuchó sus plegarias, pero entonces una mano... (bondadosa, despistada o simplemente anhelante de descanso)... apagó la luz.


Quizá Sietepatas encuentre refugio en las grandes sombras... cuando llegue el día...

viernes, 31 de octubre de 2008

El lado oscuro

- Me caeré
- No, no lo harás. Yo te sujetaré. Venga, de una en una.
- Está bien - Sietepatas avanzó tímidamente para subir pared arriba intentando despistar a la gravedad. Una..... Dos... Tres. Cuatro, cinco seis y siete.
- ¿Lo ves?, no pasa nada, yo te voy dando el apoyo que necesitas - dijo su sombra justo debajo de ella.
Se sujetaban mutua y recíprocamente.
Así empezó aquel amor. Juntaban sus patitas como dos enamoradas en mundos separados por un fino cristal invisible.
Mientras ella estuviese ahí no se caería. Juntas recorrerían la pared entera, sin molestar a nadie. ¿Y a quién le importa?.

Pero todo lo que empieza....
Antes de que hubiese acabado la noche y la luz del día empezase a iluminar aquel amor imposible, pues eran de especies diferentes a pesar del parecido, alguien.... (una mano envidiosa, mala, o quizá sólo ignorante).... apagó la luz.

lunes, 27 de octubre de 2008

La taza... fría

Cae el azúcar sobre la bolsita que se resiste, flotando en el agua caliente... Finalmente se hunde con la dulce carga hasta el fondo. Me la llevo conmigo a la mesa y empiezo a escribir, aun no sé lo que... El vapor sale de la taza despacito para toparse con mi cara. Arrimo los labios y soplo provocando un pequeño oleaje, mínimo. Subida de la marea en el margen correspondiente para tocar la termosensible piel..
No demasiado caliente. Mis manos agarran la taza y la aproximan con cariño para recibir el agradable y caluroso mimo.
No sé cuánto tiempo pasó, pero de repente mi boca anhelante del pequeño caliente y dulce sorbo no halla más que aire casi frío, ni siquiera templado. La taza ha muerto, ya no está mimosa. Y es que todo se termina. Y a veces tan pronto que apenas empezó...
Intentaré reanimarla con el microondas...

miércoles, 22 de octubre de 2008

Inercias

"Sólo palabras retenidas
sin memoria
sin acuerdo
como un hilo ingrávido
que sospecha el desacierto."


Adriana Simona. Las Ánimas Perdidas.



Cae la tarde. Y me olvidé otra vez. De tomar. Una determinación.
¿Acaso no eres capaz de estar así... sin hacer nada...?
Siempre se hace algo.
Sí, tienes razón. Dibujar una elipse. Esperar. Con el pensamiento seguir el movimiento de los peces. Esperar. Escuchar el lenguaje de las plantas. Esperar. Olvidarte de tomar una determinación. Y se acabó el esperar. Me tomaré un descanso.
Sí, cuídate. Pareces cansada.

viernes, 17 de octubre de 2008

Háblamelas tú, que estoy cansada...

Encenderé el fuego para que baile sobre el agua y nos caliente la noche.

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Palabras palabras palabras. Me pedís palabras para envolver las nadas, los vacíos de significados que no tienen que ver con vosotros, sólo conmigo. ¿Cómo me haré entender? ¿Qué mecanismo convierte las palabras en mares que cuanto más grandes son más cubren, más ahogan? No puedo explicaros que mis palabras no valen para vosotros, como las vuestras tampoco me valen a mí.
Quizá, y como dice la canción, es mejor ser la dueña de mi silencio. Y si no gasto palabras tampoco sabreis nada de mi, y yo qué sé... Si todo es una ilusión.
Todo lo que tiene sentido en mi cabeza lo pierde, al menos en parte, cuando lo vierto en las palabras. Me faltan tallas. A veces demasiado grandes, a veces demasiado pequeñas.
¿Acaso pensais que tengo un saco sin fondo lleno de palabras?

Sí, sí que lo tengo, pero me da pereza ordenarlas.
Tengo todas las palabras, las justas, las vuestras y las mías, todas en el saco....
Quereis palabras.
Palabras.
Cuarto y mitad de palabras por favor. Que sean frescas.

Y ahora háblamelas tú, sí, tú, tú... como si me encendieras el cigarro.... pero sin malos humos, sólo el vapor de tu cálido aliento.
Azuzaré el fuego para que baile sobre el agua y nos siga calentando la noche.

lunes, 13 de octubre de 2008

Horizontes

Horizontes: Hipnotizantes cuando el mar y el cielo se unen en una única luz. Las Cíes se interponen, coprotagonistas de una gran escena. La curvatura del planeta se percibe, como una ilusión. Es una ilusión, pues no es posible verla desde nuestra perspectiva, somos demasiado pequeños. La luz nos vuelve a tomar el pelo... Aquí, minúsculos mirones, en este balcón, tan mínimos como la profundidad de mirada nos permita observar. La gran ciudad iluminada por el astro que huye hacia allí, donde nace la vista.
Mira los surcos de los barcos, toda la actividad portuaria y si te fijas, todos esos coches nuevos en la explanada del puerto, esperando para salir a navegar...
Es casi surrealista.
Es Vigo.



"Encontré mi sombra bajo el puente de la ría, el puerto está dormido y huele a mar, he amarrado el tiempo entre los barcos, me quedaré hasta mañana...

El sol me deslumbra los ojos, pasamos Orense de día, quedamos en Vigo esta noche, ayer, en Coruña, llovía..."

sábado, 11 de octubre de 2008

Yo soy más rápida...

Esto se lo dedico al Druida de mi vida, al hacedor de mis gozos y felicidad. Rápido cuando hace falta, lento si se precisa...


Speed test

viernes, 10 de octubre de 2008

Otra vez las culpas

Salía del bar en el que echo la primitiva a deshoras. Contenta. Un premio de 8 Euros en la del Druida (tendrá que afinar más la próxima semana, veremos si esas dotes adivinatorias suyas consiguen hacernos millonarios de una pu..ñetera vez). La del chollo tenía devolución, y la barwoman casi me la juega (hacía la cuenta al revés y el premio en vez de 8 había bajado a 2 por arte de pensamiento lento mañanero). Me dí cuenta, solventamos el error con sonrisas y conservé la mía hasta la salida.
La ví de refilón, apresurada. Sus largas piernas la hacían casi volar. Figura extremadamente delgada, alta y rubia, con facciones de modelo. Supe que ella me había visto a mí antes porque noté su deliberada omisión cuando se giró para abrir la puerta del Taxi que se disponía a coger. Tuve un primer impulso de detenerla y saludarla, pero aquello me contuvo, la sensación de que no deseaba que la molestasen en ese momento, la sensación de que huía, de la culpa. Sí, noté que una gran culpa la perseguía y no podía permitir que nadie la viese huir.
Me dió pena. Me ví a mí misma cuando hace ya mucho tiempo huía también. Quise decirle que no lo hiciese, que es mentira, que la culpa no es suya, aunque él le hubiese aplastado tanto el alma y el orgullo que pareciese que todo era consecuencia de su estupidez.
"No eres estúpida, de hecho, eres más lista que él, esquiva esas balas de culpa o te reventarán el corazón. NO es que valgas la pena, es que vales mucho más que él, de hecho, lo más probable es que eso mismo sea el problema, que no puede soportar que eres mejor que él, no dejes que te convenza, porque es mentira. Nos dijiste que pasó algo que no puedes contar. Creo que piensas que es culpa tuya, que te juzgaremos mal si nos lo cuentas. No hace falta que lo hagas, sólo quiero que te sacudas la culpa de una vez y dejes de huir, hazte ese favor. Tú.. tú puedes."

martes, 7 de octubre de 2008

Mamá... ¿adónde vas?


- Mamá... ¿adónde vas?
- Vamos al cole mi rei
- Pero tú.. ¿adónde vas tú mami?, ¿vas al centro de salus?, ¿vas a trabajat?
- No cariño, ahora no. Voy por la tarde
- ¿Y por qué?
- Porque hay que ganar dinero
- Vaaale.
- Hoy va a buscarte papi y ya estás con él por la tarde ¿vale?
- Síi, vaaale.

Caminamos por la acera dirección oeste. El sol naciente alarga nuestras sombras hasta casi el cruce donde debemos girar para ir al cole.
- Mami, ¡mira qué grande soy!
- Sí cariño, eres muy grande, ¡ya vas al cole de los grandes mi rei!
- Síiiií, y tú también eres grande - me dice señalando mi alargada sombra, que alcanza más que la suya.
- Sí, somos muy grandes los dos ¿a que sí?
- Síií, somos grandes - sonríe.
Una farola se interpone entre su sombra y el suelo y tuerce el gesto desilusionado, pues de repente su oscura proyección se levanta acortándose. Yo me doy cuenta y desplazo la recta de nuestra dirección lo justo para que sea mi sombra la que trepe por la farola.
- Mira, ¿ves?, ahora eres tú más grande que yo.
- Síií - vuelve a sonreír mi niño.
Giramos la esquina y echamos una carrera hasta la puerta. La fila esperaba por mi reisiño grande, que apenas entiende los tejemanejes de la engañosa luz, pero ya aprenderá...

Ya sé que el niño de la canción es una niña, y además mi niño no tiene los ojos azules, ¡ni verdes!. Kilométricas pestañas enmarcan una mirada única. Pero esta canción me gusta para este post... Será por el Where do we go now del final... Los coros son el espíritu de las canciones.

lunes, 6 de octubre de 2008

Superviviendo: Please, Tell me Who I Am

Cuando era pequeña me imaginaba muy distinta.
Los niños tienen el sentido egocéntrico muy desarrollado. Supongo que es una cuestión de supervivencia. Supervivir, más que sobrevivir... Superviven para aprender lo más deprisa posible las reglas de este mundo de seres vivos. Mantenerse vivo y a salvo, ese es el instinto primario básico, supongo yo. Supermira, superoye, superanaliza si lo que te llega por los sentidos te afecta a tí, si te vale o no... Todo gira a tu alrededor.
En este "primer mundo" la humanidad es inmadura, por suerte del destino vital, así que no cuesta ponerse en el lugar de un niño, digamos que el ejercicio es simple.
Parece que mantenerse vivo y a salvo no es, en general, ninguna complicación por aquí, de modo que se buscan otras necesidades y se satisfacen para hacer de la vida un lecho de felicidad y bienestar.
¿Sabemos quiénes somos?
"Cuando era pequeña me imaginaba muy distinta". Eso empecé escribiendo.
Tenía una imagen de mi misma muy diferente de la que me devolvía el espejo.
"¿Quién soy?" Me pregunto desde que tengo uso de razón. Reconozco que debo ser especialmente inmadura pues esa pregunta, tan egocéntrica, tan especialmente subjetiva, me persigue desde siempre... Esa es mi pregunta vital.
Todavía hoy, aunque me he aprendido mis principales rasgos de memoria, y casi los tengo encajados y me congratulo con mis permanentes y ocasionales virtudes (algunas hay) y me resigno con mis obstinados defectos (algunos también hay), me sorprendo con mi reflejo, con las sombras que proyecto, con lo que los demás dicen que soy yo.
Anteayer me sentí de nuevo una extraña viajando en un cascarón orgánico con sus cinco sentidos en pleno funcionamiento. Y un sexto, la conciencia de estar dentro de un especialísimo vehículo que todavía hoy, después de 37 años, guarda muchos secretos y sorpresas para mí.
¿Soy yo?...
I know it sounds absurd
But please tell me who I am.
Superviviendo con Supertramp.

jueves, 2 de octubre de 2008

Mi último día

La suerte está echada. No me queda mucho, pero no importa, porque he cerrado el trato: poder ver crecer a mi niño, y la facultad de ayudarlo en aquellos momentos más delicados de su vida. No ha salido caro. Mi vida, mi alma, todo mi ser a cambio. No es habitual que Dios haga tratos con los mortales, pero las cosas no van bien. El mundo se ha vuelto loco. Todos quieren pactar con el diablo, al fin sus almas ya están malditas. Pero yo pensé: ¿por qué no? Tal y como van las cosas un alma es un alma. Y Él accedió. No sé para qué las quieren, eso es secreto de sumario, pero tanto Él como el angel oscuro se afanan en conseguir las máximas almas posibles, como en una guerra fría. ¿Cuál es el bando bueno? ¿Cómo sabré a quién vendo mi alma? ¿Cómo sabré que cumplirá su trato? ¿Valdrá para algo este papiro viejo escrito con la tinta roja de mi sangre? Él no firma. Sólo tengo su palabra. Palabra de Dios. ¿Qué pasará cuando todas las almas ya estén repartidas?. ¿Cuánto sobrevivirá mi hijo?. Quizá sería mejor que no sobreviviese. Quizá tenga que decidir sobre la vida y la muerte de mi hijo para evitarle sufrimiento. ¿Podré hacerlo?. Puede que me haya precipitado y al fin Él haya hecho un buen trato, zafándose de su poder, y no yo.

De todas formas la suerte está echada. Moriré mañana, así que este es mi último día.
No se lo diré a nadie, o sí, a cualquier desconocido o desconocida, si mi secreto me pesa demasiado. Le contaré todo. Sobre todo que si me voy no es porque yo quiera, es porque me echan, pues yo deseo vivir, pero que estaré siempre con los que me quieren, sí, se lo contaré para que luego ellos lo sepan. ¿Cómo voy a escoger la canción de mi último día? Escucharé muchas canciones, pero como cualquier día, como si me quedase toda una vida para escuchar toda esa música que me hizo sentir, vivir y emocionarme. No podría escuchar una canción que me gusta pensando que es la última vez que lo haré... ¿Y quién asegura que en el más allá no podré escuchar buena música?

Me quedará algún asunto pendiente, como clasificar y archivar todo ese maremágnum de imágenes en el disco duro. Esas fotos que esperaba poder ver de nuevo y que no voy a tener tiempo de encontrar. Espero que alguien se tome el trabajo de mirarlas otra vez, con la misma curiosidad que yo, intentando descubrir un mundo invisible a nuestros ojos pero no al objetivo de la cámara. Ahí está, petrificado en un montón de luminosos píxeles, como un fósil etéreo. Ojalá alguien quiera buscar esa magia que se esconde como una aguja en un pajar.
Y en un día no puedo leer un libro entero. Leeré algún verso. Neruda, García Lorca, Adriana Simona. Leeré los poemas de mi tragicómica niña, Carolina, y escucharé sus susurros cada vez más llenos de matices, y me sentiré muy orgullosa de ella y de sus hermanos. Son seres extraordinarios y los adoro. Me pesa no habérselo demostrado más. Estaré a su lado siempre que pueda. Leeré mis propios escritos haciendo balance y, por qué no, escudriñando en la persona que fui, en la que soy, y adivinando la que seré en el más allá, si es que mi alma conserva algo de mi identidad, pues para cumplir el pacto así debe ser... pero ya no sé si me fio. El último día y desconfiando de Dios. No sé si es bueno o malo. Como siempre. Ni ante la muerte puedo cambiar eso de mí. Necesito creer, pero mi fe flaquea. No me quiero despedir, sólo quiero decir Hasta Pronto. Os quiero y os deseo lo mejor.

Y qué importa. La suerte.... está echada.


Pues esta es mi versión para el meme que propone Zeltia, las cinco preguntas sobre mi último día. Y yo no propongo a nadie. El que quiera que se apunte. Libre albedrío.
Como ves, Zeltia, yo también me metí en el papel... ¡Estoy un poco acongojada después de escribirlo! Aissss. Espero que se me quite con un abrazo y un beso de mi reisiño. Sí. Seguro que sí.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Te echo de menos

Sé que tú también a mí. Lo noto en lo fuerte que me abrazas cuando voy a recogerte. Yo nací para quererte, y para cuidar de tí, eso no cambiará jamás. Y aunque ahora te esfuerces en pronunciar el nombre de ella, "Pa-tris-sia", espero que siempre se te llene la boca diciendo "MAMI, te quiero mucho".

He puesto las flores que me trajiste en este florero virtual. Mira, con mariposas y todo, seguro que te gusta, como la canción de Queen, que ya sé que no es esa de "ui ui ui ui rokiu", porque no le iba nada al florero, ni al sentimiento que tengo estas mañanas solitarias. Porque te echo mucho de menos, mi reisiño

lunes, 22 de septiembre de 2008

Tú... tú puedes...

Eso nos repetía constantemente la matrona en las clases de preparación para el parto. Lo hacía con voz suave, como hipnotizándote, como engrasada para llegar a lo más profundo de tu ser, para convencerte allí, en las entrañas, justo en los músculos del suelo pélvico, donde había que controlar con cada contracción, "no empujes hasta que llegue el momento, tienes que ayudar a tu hijo a llegar al mundo, tienes que estar ahí con él. Tú estás preparada para eso. Tú, puedes".

A veces nos daba la risa. Era difícil relajarse en aquellas colchonetas, con aquellas barrigonas, con tanta gente en la sala de educación sanitaria. Aquel calor sofocante. Y cuando al fin llegaba la relajación era complicado centrarse en aquellas suaves palabras, o te quedabas corta o te pasabas... jajaja, ¡los ronquidos que se llegaron a escuchar! jajajaja. Cuando me pudo acompañar papi me preguntaba al final de la sesión: "Qué? Qué tal la siesta?". Yo lo negaba todo, por supuesto.

Recuerdo a mi matrona con mucho cariño. Era su último año trabajando, pues estaba a punto de jubilarse. Coqueteaba contándonos que cuando era joven sus pretendientes se escandalizaban de que una mujer tan guapa fuese matrona. Al parecer las matronas eran, tradicionalmente, mujeres feas, grandes y robustas... Las que se quedaban para vestir santos.
Si ahora vuelvo a quedarme embarazada me tocará un matrón. Qué cosas. Y qué raro suena.

Y lo de enfermero. Y lo de médica. Y lo de celadora. Y lo de albañila. Esto último suena fatal ¿verdad?. Ah! Pues cada vez hay más mujeres haciendo cursos de albañilería. Ya tengo oído de trabajadoras autónomas que te hacen reformas integrales, y aunque tienen que vencer una primera reserva en los clientes, al final resultan mejor, pues al parecer ¡son más limpias y perfeccionistas! jajajaja. Y seguro que no enseñan la mitad del culo mientras enlucen o alicatan... jajajaja.

Mi madre es de las de Yo Puedo. Creo que heredé buena parte de su osadía, así que sí, me atreví con el cincel y la maza para quitar parte de las baldosas y azulejos del baño, con el cemento y la arena para rellenar el hueco y recebar, con el cemento cola para colocar las losetas de piedra, con el nivel y la maza de goma para dejarlas bien planitas, con el azulejo y por supuesto el acabado final: mortero para juntas (comúnmente llamado "lechada" en la jerga de los obreros). El resultado ha sido una reafirmación en mi Yo puedo. Era mi primera vez sola, pero cuando era niña había ayudado a mi madre a echar un llano de cemento en el gallinero, y también a colocar friso de madera en la buhardilla, techos y paredes. Nosotras podíamos hacer de todo, eso era la enseñanza de mi madre. Se puede, claro que sí.

Así que entre mi trabajo, el de papi picando y también el de mi sobrino fontanero que el fin de semana nos ha ayudado a montar la cabina de hidromasaje, ¡hemos reformado el baño!.
No creo que nadie al que le pagásemos lo hubiese dejado mejor, la verdad.
Todavía no ha dado tiempo a estrenarla (aun hay que dejar que seque el sellado de silicona y probar que esté bien estanca antes de arrimarla al sitio), pero ¡tengo unas ganas de probar la nave!... (no sé si es nave espacial o del tiempo, ya os lo contaré cuando la pruebe). Me he creado muchas expectativas... Espero que no defraude.

¿Os gusta cómo rapea? Síiii. A mi también me gusta Aida la gallega. Tú puedes.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Mira quién vino

Semana complicada.
Las nueve y media de la noche. La celadora se ha ido a por la cena para todos los que se quedan de guardia por la noche. El mostrador está tranquilo. De vez en cuando entra algún paciente, nada urgente de verdad, aunque el significado de urgente o urgencias está del todo desvirtuado. Todo se puede convertir en una urgencia: por subjetividad, por negligencia, por mala organización, por los tiempos que corren, porque sí... y no voy a ser yo quien diga que no. NO soy personal cualificado.

Recojo las tarjetas de los que van llegando e intento registrarlas en el ordenador, "mierda, el puñetero programa no va", fue mi pensamiento resignado, así que toca usar el boli. Algo más falla: la estampa que se ofrece al público esta noche falla también.
- ¿¡Qué pasa!? - dice el reisiño al paciente que nos importuna.
- Nené, eso no se dice, se dice "hola", se dice "qué tal", pero no se dice eso -
- ¿Por qué? -
- Porque es de mala educación hablar así a nadie -
- Vaaaleeee - me dice mientras sigue sintiéndose importante, sentado a mi lado, con su pequeño portátil de juguete entre los ordenadores de mi trabajo, intentando adivinar la letra que se esconde tras el dibujo.
- Mami.. ¿y esta?-
- Esa es la T, ¿lo ves? - le señalo a la vez que le devuelvo la tarjeta al paciente que sigue la escena un tanto imperturbable.
- Espere en la sala, pregunte quién es el último, por favor -
- Gracias - me responde.

En esto entra por la puerta un hombre no muy grande, trajeado, con su maletín, pinta de persona importante, equipado como un ejecutivo. Lo reconocí al instante, pues ya había pasado por allí alguna otra vez, y si la primera tuvo que decirme su nombre, esta vez ya no. Supe antes de que me lo dijera que venía a ver a un médico que estaba de guardia y que es su amigo.

- Está atendiendo - le dije - pero se lo aviso enseguida
- No, no, si está atendiendo no le moleste, yo espero -
- Bien -

Así que se sentó, y sonrió levemente cuando escuchó a mi niño que ya me estaba pidiendo ayuda para la próxima letra que el monito le había escondido en el dibujo de la pantallita.

La primera vez que lo había visto por allí se había identificado y estuve un rato (el camino hasta la salita donde estaba el reclamado) pensando quién era, pues su nombre me resultaba tremendamente familiar. "¡Claro!, ¡Es la mismísima mano derecha del presidente de la Xunta!"

Hubo quién me dijo que era tonta por no entrarle al trapo con mi tema de cambio de turno para la conciliación de la vida familiar y laboral, pero yo... no me atreví....

Cosas de la vida. Mira por dónde, si es algo perspicaz, se dará cuenta de cómo he tenido yo que conciliar vida familiar y laboral esta semana de nueve a diez de la noche...

Claro que no lo pillo de servicio. Aysssss...

¡Qué lejos quedan las vacaciones!

Foto: cadena oxidada colgando del agujero que viene de la bodega del abuelo. Digna de guardar los más preciados tesoros. Nostalgia del verano. Tan distinta a las relucientes y engrasadas cadenas laborales...

jueves, 11 de septiembre de 2008

No soy yo... es el bicho

Algunos dicen que vomito bonito. No sé, pero sí que es intenso, a veces tanto que se me salen los ojos de las órbitas, a veces tanto que me transformo, a veces tanto que el bicho que llevo dentro quiere salírseme y revienta la maraña de capilares que lo mantiene preso dentro de mí. No tengáis miedo, lo tengo controlado, no ha podido salir, pero me ha dejado un pequeño recuerdo de la batalla. Ahora está dormido, aunque parece que mira a traves de mi ojo derecho. Algunos se separan de mi cuando les dirijo la mirada. Tampoco me preocupa mucho, incluso es divertido. Lo peor era al principio, hace unos días, que me asustaba a mí misma cuando me miraba al espejo. Ahora soy consciente de que soy la morada del bicho, y, hasta le estoy cogiendo cariño... Pobre.
Y hay quien me llama lagarta, cariñosamente, lo sé. Es un toque original, no se puede negar. En este momento no me parezco a nadie, ¡ni en el blanco de los ojos!

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Vive la vida.. corta

Y puede ser muy muy corta.. o sólo corta. Así que sí, Carpe Diem, o horem, o minutem.. Lo que sea. Bah! No nos compliquemos. Vámonos contentos y bailando el rap de los hadrones suicidas!
Por si no volvemos a comentarnos, pues ha sido un placer amigos, todos, incluso el antropófago que vino a comentarme anoche... Tiene que haber de todo en la viña del Señor Dios. Sí, ahí viene la gran bola de las culpas, veremos si cabe por el agujero negro, igual hasta se queda atrancado...

martes, 9 de septiembre de 2008

Hecha un lío.

Administrar el tiempo es algo ajeno a mi idiosincrasia. Lo que mejor hago es "perder el tiempo". He sacado un máster en "llegar tarde" y dicen algunos que me conocen que tengo un concepto del tiempo semejante al chicle. Yo no lo creo así. Nada más lejos que querer faltar al respeto a los que me esperan, pero no puedo remediar dejarme llevar por la corriente, la marea del tiempo. Cuando hago algo que me gusta, necesito dedicarle el tiempo que haga falta porque sé que no puedo demorarlo, que jamás se repetirá la conjunción de planetas, de estrellas, el sol y la luna y mis neuronas y mi corazón, mi alma, toda yo, estamos en una sincronía única e irrepetible... ¡cómo voy a dejarlo!.
En fin. Sí, es un defecto que tengo asumido, aunque a veces intento limarle un poco las asperezas, nunca consigo una superficie lisa donde deslizarme cómoda y respetuosamente con el entorno.
Tomar decisiones es algo que también me lleva mi tiempo, y me cuesta. Como buena Libra, soy indecisa, nunca tengo todos lo elementos necesarios para equilibrar la balanza, y si no está equilibrada, no puedo tomar una decisión tranquilamente, necesito ese equilibrio, esa justicia.

Pongamos pues en la balanza: necesidades del reisiño, necesidades del papá del reisiño, el tiempo que comparto con cada uno de ellos, mis propias necesidades... El trabajo y el cole. Busquemos la cuadratura del círculo.

Algunos ya sabeis que tenía solicitado un cambio de turno por conciliación. Los antecedentes a este post podeis leerlos pinchando aquí.
Al fin tengo ya algo claro sobre mi futuro horario de trabajo: trabajaré a turnos, mitad de mañana (8-15), mitad de tarde (15-22). Esto me permitirá estar con mi reisiño al menos medio mes por las tardes, ya que por las mañanas estará en el cole. Me conformo y no peleo por el turno de mañana fijo porque para mí es importante tener un buen ambiente en el trabajo, y, aunque sería legal que trabajase sólo mañanas para conciliar vida familiar y laboral, sé que sería un desastre para mis compañeros, que tendrían que trabajar a disgusto más turnos en horario de tarde, y se enrarecería el ambiente, seguro. Tampoco quiero perjudicar a nadie para estar bien yo sola.

La disyuntiva está ahora en otro tema. Mi pareja trabaja a turnos también, de mañana y tarde semanas alternas. Yo podré escoger turno, así que, por el bien del reisiño, pensando en que no esté fuera todo el día, tendría que escoger justo el horario complementario al de mi chico, es decir, no nos veríamos el pelo, salvo fines de semana y para eso no completos, pues le toca trabajar algunos sábados. La otra opción vendría a empeorar el horario de mi niño, pues si coincidimos trabajando en el mismo turno, la semana que nos toca tarde el niño estaría fuera de casa todo el día, primero en el cole y luego en la guardería hasta tarde, a cambio estaríamos toda la familia junta 15 tardes al mes.
¿Qué hacemos?. Estoy hecha un lío.

Quizá debamos probar ambas opciones y ver cómo va. Quizá debamos esperar a ver que dicen mis compañeros nuevos (aun no sé quiénes son). Quizá haya algo entre medias. ¡Yo qué sé!

¿Algún consejo?

viernes, 5 de septiembre de 2008

El gorrión del mechón blanco

Tuvo que confiar en mí. Le salió bien. Voló, no sin antes darme las gracias.
- No hay de qué, pequeñito, gracias a tí por recuperarte, menudo susto me has dado.
Debería estar enfadado conmigo, por vivir aquí, dentro de una casa con amplios ventanales de cristal, muy cerca de los árboles...

Su corazón latía frenéticamente, y abría el pico como si le faltase el aire, como si quisiese gritar y no pudiese. Le hablé cariñosamente para tranquilizarlo, pero debía ser como un monstruo para él.
Se me ocurrió darle de beber. Usé un pequeño vaso de jarabe. Funcionó, empezó a reaccionar poco a poco y a mover la alas tímidamente.
Primero quiso entrar en casa, pero yo le advertí - este no es sitio para tí, te podrías lastimar, y quizá no vuelvas a tener tanta suerte.
Me miró agradecido.
- Espera, antes de volar... Ya sé que abusé un poco acariciando tus suaves plumas, pero, me gustaría guardar un recuerdo de tí.. ¿me dejas? -
No dijo ni pío, sólo se quedó un momento más en la ventana esperando mientras iba a por la cámara. Luego posó en la punta de mis dedos antes de alzar el vuelo.

Estuve emocionada todo el día.
A veces las historias acaban bien, muy bien.

jueves, 4 de septiembre de 2008

PRENSA, reflejos y distorsiones


Sobre las bondades no hará falta hablar.
La palabra escrita, aunque se le ha querido dar un especial status, puede resultar igual de falsa que la pronunciada. Yo puedo contar aquí un montón de mentiras, y podeis creerme... o no. Está claro que la historia puede ser muy distinta según quien la cuente. Pero se debe distinguir entre versiones de un mismo hecho y la manipulación, la mentira hecha palabra. A veces no se dice todo, y entre lineas se dejan informaciones falsas que son igualmente asimiladas por las masas, incluso más que las que no se dicen.
¿Es inevitable? ¿Estamos preparados? ¿Somos creyentes en general o ponemos en tela de juicio todo lo que leemos?

Tampoco tiene el mismo nivel de credibilidad este medio, por ejemplo, pues no dejo de ser una anónima, que los diarios de prestigio. También hay clases entre las revistas. Y los programas del corazón... buf. ¿Y cuando se mezcla todo? ¿corazón, corrupción, mafias, ley, justicia??? buf buf buf...

Un titular de estos días: Rodríguez Menéndez se da a la fuga gracias al permiso de un juez en contra de Instituciones Penitenciarias.

Yo conozco a ese juez. Es una muy buena persona. Pongo la mano en el fuego por él y sé, a pesar de lo que se pueda decir, o insinuar públicamente, que nada oscuro tiñe sus actos, ni como persona ni como juez. Así que sí, se equivocó, o no, sólo aplicó la ley y actuó de acuerdo con su ética profesional, intentando que la fama de un personaje como este, difícil de no prejuzgar, no influyese en su decisión, pues eso sería injusto, y, aun a riesgo de equivocarse, quizá ingenuamente pasándose de justo, sin pensar en las consecuencias para su propia persona, concedió el permiso al tipo en base a las mismas reglas con que se lo habría concedido a otro más anónimo.
Hizo su trabajo aplicando las leyes y las reglas.

La reflexión última que se me ocurre después de esta experiencia es que, ser juez y ser buena persona debe ser muy difícil de compatibilizar, a pesar de lo que en un principio pueda parecer.
Ya se habló aquí de la indolencia alguna vez, más enfocado al tema de los médicos, personas con una gran responsabilidad encima y con los que trabajo muy cerca. Ahora se me ocurre que los jueces también necesitan grandes dosis de indolencia para no perder objetividad. ¡Y cuántas veces lo que se les pide es precisamente no ser objetivos!


Foto: hay quien no puede leer más que en los reflejos distorsionados.

martes, 2 de septiembre de 2008

Por mi culpa, por tu culpa, por nuestra grandísima culpa...


Se acercaba rodando cada vez más rápido a nuestro mundo. Eran las culpas. Algunas eran pequeñas, otras enormes, pero todas ellas se iban uniendo a aquella bola cada vez más grande que rodaba ladera abajo, desde la cima de la montaña Universal que servía de refugio al valle donde nuestro mundo había crecido en desorden vital, a orillas del río Pecado. Tendemos a mínimos de energía y máximos de desorden. Leyes naturales rigen el cosmos mientras las culpas se van uniendo a la gran bola, obedeciendo a la termodinámica, ganando orden esférico y energía cinética mientras pierde energía potencial, pues viene de muy arriba. No se sabe si Alguien la envió, añadiendo Trabajo (más energía) al sistema, al fin y al cabo no parece natural que las culpas se reúnan en una gran bola rodante. Acabar con la humanidad y al fin redimir el más grande de los pecados: nuestra perniciosa existencia.
Y un gran meteorito acabó con los dinosaurios.


Foto: no pongas a Dios por testigo, ¿no ves que por nuestra culpa no está en condiciones?
Reach out and touch faith...

jueves, 28 de agosto de 2008

El silencio de los pollos

La casa donde me crie estaba muy cerca de un matadero de pollos. El olor de aquel lugar era repulsivo. La máquina donde eran sacrificados los animales, ya vacía, pero girando todavía, resultaba espeluznante de ver, con aquellas extrañas perchas metálicas donde no costaba mucho adivinar como irían colgados los animales para ser desangrados, pelados y destripados en aquel monstruo de macabro parque de atracciones avícola. Toda la nave era baldeada, pero a pesar de los litros y litros de agua que se usaban para limpiar, el olor persistía.
Las mujeres (sí, sólo había mujeres en aquellas mesas enormes), embuzadas de pies a cabeza con gruesos delantales de plástico y guantes y botas altas de goma, cubiertas sus bocas con mascarillas que no les impedían cotillear a grito pelado, cogían y despedazaban aquellos bichos ya sin plumas pero todavía calientes, y separaban higadillos y mollejas, alas para una caja, contramuslos y muslos también separados, las pechugas aparte. Los ejemplares que se salvaban completos, eran retirados a las enormes cámaras frigoríficas en espera del camión para el reparto.
Yo llegaba el sábado de once a doce. Cuando me retrasaba ya no había mujeres trabajando, sólo el olor, el agua por todos lados y la máquina inmóvil, con los sujetapollos meciéndose en una cadena que se hacía casi interminable. Entraba tímidamente, pues a pesar de las veces que había ido no conseguía no sentirme amedrentada en aquel lugar. Me sabía muy bien lo que tenía que decir, pues mi madre se esmeró en que me lo aprendiese al dedillo, para evitarse problemas: "Dos pollos, por favor, que sean medianos.. y frescos".
El encargado me miraba siempre con cara divertida, a pesar de la seriedad que intentaba yo inculcar en la representación teatral y que sólo me hacía parecer una niña revieja. "Que no te engañen hija mía", me había dicho mi madre. Muchas veces tenía que acompañarlo más allá de la entrada, hacia las cámaras, donde parecía entretenerse en escoger dos de los mejores, para que pesasen algo más del par de kilos la pareja. Luego los ponía en una de la balanzas, vigilado muy de cerca por mis desconfiados pero sobre todo curiosos ojos, los envolvía en un cartón grueso y me los metía en una bolsa que yo llevaba preparada, pues allí no tenían. Luego apuntaba el peso en otro trozo de cartón y me enviaba a las oficinas, con entrada aparte, donde me sentía casi más intimidada. Creo que era el olor, había un contraste tan abrupto que era imposible no darse cuenta. Aquella oficina olía más fuerte que el matadero. No era desagradable, una mezcla de papeles, máquinas de escribir, perfume de los escribientes y contables, no recuerdo ningún ordenador!!, oficinistas al fin. Siendo trabajadores de la misma empresa era evidente que eran "de otra clase". Estaban separados físicamente y olían muy diferente. Supongo que eso era lo que me intimidaba. Con algunos años de ensayo la más antigua del lugar consiguió ofrecerme una sonrisa de cortesía cuando entraba allí con mi bolsa y mi cartoncito demandando la cuenta. Tecleaba con destreza aquella pequeña expendedora de tickets que hacía un ruido adorable. Me hubiese encantado jugar con ella, aquel chapoteo de teclas que siempre conseguía hipnotizarme brevemente, por no hablar del rodillo que hacía girar el papel que con magia escupía. Deseaba que se equivocase para que tuviese que repetir la cuenta.
Era otro abrupto contraste: el monstruo de la nave Vs la pequeña y encantadora calculadora-expendedora de tickets...

Todos los domingos se comía pollo asado en mi casa. Con puré de patata o spaguetti. Pero esa, ya es otra historia...



Cada vez me divierto más buscando bandas sonoras que amenicen mis entradas. Esta es una estupenda parodia, de un tema de los Talking Heads del año 1977, poco antes de que fuese a buscar mi primer par de pollos al matadero...
Y esta es la versión original:


Si alguien conserva alguna macabra curiosidad sobre cómo se mata a los pollos puede leer esta interesante entrevista a un matarife de pollos.

jueves, 21 de agosto de 2008

Uma: curiosa mezcla. Historias de familia.

Uma tiene una mirada complicada. Es un buen perro, de confianza, pero vistos sus colmillos, visto su poderío físico, la tendencia a escrutar en el fondo de su mirada malas intenciones es del todo inevitable. Su madre, una Setter irlandesa, su padre, un Bobtail, un pastor inglés con toda su envergadura y todo su pelo y toda su simpatía...
Aquí os muestro unas fotografías de las razas, que no de sus padres auténticos, fue una pena no haber sacado la foto, aunque yo los ví, y eran así tal cual estos. Su madre, preciosa, con esa planta, ese saber estar. Su padre, desde atrás asomaba la cabeza, con la pelambrera por encima de los ojos, con una pinta de gamberrote y de osito gigante que conquistaría a cualquier hembra nada más verlo. Y de ahí salió Uma, que no es una perra, es un perro, con nombre de río, el que pasa muy cerca de nuestra casa. Si tuviésemos que ponerle nombre a la finca tendría que llamarse Villa Uma, sobre eso no cabe discusión alguna.
Uma tiene una personalidad especialísima. No sé qué habría sido de él si no lo hubiésemos adoptado nosotros. Venía llenito de pulgas. La persona que lo tuvo los dos primeros meses, junto con sus once (creo recordar) hermanos y su padre y su madre, en un pequeño patio detrás de su casa, ya hizo bastante... Mi chico tenía sus dudas. Queríamos un perro grande, con personalidad, pero no agresivo. Cuando hay mezcla de razas no tienes ninguna ninguna garantía. Sabíamos que iba a ser un perro juguetón toda su vida, porque su padre es de esos cachorros perpetuos, y su madre también es del tipo nervioso, no aposentado, como podría ser un Labrador, que son preciosos pero pueden resultar sumamente aburridos también. Esas eran las referencias de Uma. Sin embargo, cuando fuimos a recogerlo, siendo un cachorro con el tamaño de un perro adulto de los pequeños-medianos, con sus largas patas y su torpeza, se puso tan nervioso que apenas se tenía en pie.
- Parece unha ouvelliña - nos decíamos el uno al otro, preocupados de que al fin fuese un perro miedoso y con poca personalidad.
Nada más lejos. Lo que era, y todavía es, es un perro muy listo, capaz de engañar hasta al más pintado. Uma es capaz de fingir con la mirada.
Es capaz de desconfiar y a la vez acercarse a ver. Uma es un perro mucho más templado y con mayor caladura moral que muchas personas que conozco, y otras muchas que me he perdido conocer, pero, por razones obvias, no me importa habérmelas perdido, la verdad.
Algún día seré capaz de descifrar su misteriosa mirada de macho alfa, el líder de la manada.

¿A que es pegadiza? jajaja

martes, 19 de agosto de 2008

Alas Quemadas


Se me quemaron las puntas de las alas, y me olvidé de depilarme, otra vez, sí, pero todavía tengo un par de antenas bien puestas, y mis colores son cálidos. Puede que esté cansada, puede que no me apetezca huir de esta piedra que no me camufla. Me habré vuelto exhibicionista. ¿Siempre lo fui?. No. Las apariencias engañan. Forma y esencia juegan a despistarse la una a la otra. Toda la vida.

miércoles, 13 de agosto de 2008

No me mires

Había empezado ya el rito: primero mojarme bien, sintiendo el agua templadita correr por los conocidos cauces. Después dejar que las infinitas agujas de agua intenten penetrar a través de mi piel sin conseguirlo, desintegrándose en un millón de gotitas con incierto destino. La mayoría se escurrirán hacia el desagüe. Otras quizá consigan formar parte del aire que se humedece cada vez más... Puede que alguna se incorpore a mi cuerpo por alguno de los huecos que llevan allí dentro... Sí, quizá alguna lo consiga.

Noté entonces que me estaba mirando. Con un gesto expresivo. Expresivo... ¿de qué?. ¿Qué me miraba?. Pronto empecé a sentirme incómoda, aquel era mi reino, tenía que estar sola y relajada, y no atenta a las miradas expresivas e indiscretas. ¿Me estaba mirando el nuevo michelín? ¿el que me sale en vacaciones? ¿Acaso no podía dejar de hacer eso? Nunca me había pasado. Consiguió que me enfadase y le salpiqué agua, para borrar aquella estúpida mueca de... yo qué sé.
Nada, aquellas tres gotitas se disponían una y otra vez de la misma manera, alimentando mi inquietud y desasosiego.
- Por favor, ya está bien.. - susurré, un poco alto para que me oyese, quizá así desistiese de su absurda mueca...
Bah!, no había forma, si volvía a salpicar nuevas gotitas volvían a dibujar esa cara en la tapa de mi champú...
Lo cogí y al comprobarlo tan liviano me dí cuenta. Intentaba decírmelo, y yo, paranóica egocéntrica y ensimismada, no supe entenderlo: ¡NO QUEDA!

lunes, 11 de agosto de 2008

Mirando al cielo

No me mires que no me escuchas.
No me entiendes. Te lo repetiré porque no me entiendes...
No me repitas, que de cada vez que hablas entiendo más y mejor... ¿Y tú a mí? ¿Me estás entendiendo?. Mírame a los ojos.
NO. No te miro que no me entiendes.
Mira que cielo...


¿Será de lluvia?
Ceo empedrado ó pouco mollado.
Sabiduría popular.
Y sin embargo Te Quiero.


Y hoy me levanté triste..
¿Será por algo del ayer?
¿Será por algo que me dijiste?


No. Fue algo que soñé, y no lo recuerdo, pero me dejó la lluvia que hoy cae y no moja lo suficiente para arrastrar cierta tristeza que se me pegó con las sábanas.
Siempre me gustó la lluvia. Limpia, purifica, riega.


Que llueva, que llueva...
la virgen en la cueva.
Y siempre hay un agujero que ver, siempre un agujero protector, para esta lluvia que no limpia la tristeza. ¿Será que tengo miedo a mojarme?.
No, ya no soy virgen... pero todavía quedan cuevas.