Da igual. Se saca las alas, ya se las pondrá allí.
Mete todo en el maletero del coche y recorre un pequeño trecho, hasta un bosque cercano. Aparca y se adentra con sus bártulos. Se oye cerca la civilización, se aleja un poco más, no quiere que la vean. Encuentra el lugar idóneo, se oyen perros y coches, pero algo lejanos. Allí podría grabarse. Coloca la cámara en el trípode. Hace algo de frío. Pone la música en el reproductor del móvil. Va entrando en calor moviéndose y bailando mientras se coloca las alas y golpea con los pies en el suelo cubierto de hojas secas. Pero el vaho de su aliento delata la temperatura en su cámara.
Da igual.
Empieza su show: baila sobre las hojas secas ante el ojo de su máquina. A ver si consigue enamorarla...
Acaba la música y se acerca a comprobar la toma. Comprueba lo trasnochado de su actividad... Qué coño hacía allí?? La cámara le muestra la cruda realidad.
La cruda realidad. Vuelve a repasar el clip y entonces la realidad se vuelve aún más cruda: allí, detrás de ella, testigo mudo, colgaba la figura de un hombre de la rama de un árbol... lo bastante camuflado como para no haberse dado cuenta antes. Emitió un gritito y levantó la vista buscando el ahorcado pero no lo encontró. Intentó relajarse, no podía ser...
Volvió a rebuscar en la cámara inquieta, dando vueltas asustada con un ojo en la grabación y el otro alerta... Allí estaba, meciéndose grotesco y ahora... moviendo los ojos, siguiéndola con la vista!!!
Gritó dejando caer la cámara y temblando de miedo y frío. Intentó correr pero tropezó con algo bajo las hojas... una mano humana que salía buscando su pie.
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!
- Cariño... qué pasa?
- Joder, otra vez, soñando con la Barbie hada.
- Ya pasó mi amor, sólo fue un sueño.
- Voy a la cocina a tomarme algo caliente. Me he quedado helada.
- ¿Quieres que vaya contigo?
- No, no te desveles, dentro de un rato ya tienes que levantarte...