Teniendo en cuenta la repercusión y el éxito que ha tenido el apocalipsis maya de ayer debe ser bastante gorda la crisis que vivimos. Hoy, efectivamente, da la impresión de estrenar una nueva era, en la que hacer las cosas mejor, aliviados, porque estamos en crisis, pero... podía ser peor... podría haber sido el FIN DEL MUNDO.
Yo no creo en un fin. Dejaremos de ser quienes somos, pero realmente nada se acaba, sólo se transforma, formamos parte de este cosmos, nada más, y nada menos. Transformaciones, latidos del universo que se ordena y desordena en un gigantesco ser vivo e inmortal.
Que sea el Fin de lo malo, que sea el Principio de todo lo bueno. Amén.
Feliz Navidad.
Y próspera Nueva Era.
Y que dure lo que dure. Carpe Diem, pero con consciencia de futuro, no pisoteemos el hogar de los que vengan detrás de nosotros, que son de la familia, de nuestra familia universal y carnal, también!
La historia que me inspiró para la letra de la canción podéis leerla, por ejemplo, aquí:
Y claro, el maestro inspirador, el hacedor del principio, el que pone sonido, música, vibración... es raúl, al que le debo tanto, probablemente el culpable de que todavía siga aquí compartiendo mis ilusiones y movidas. GRACIAS RAÚL, amigo, artista, músico, maestro. Muy especialmente a tí te deseo lo mejor, mi querido amigo.