martes, 22 de julio de 2014

Depende de los lobos

Dice el Druida que quien no me conoce puede malinterpretar mis palabras aquí. Dice el Druida, cuya opinión pesa mucho para mi, y que es muy listo, que es difícil hablar aquí de cosas íntimas, de mis desvaríos más personales, y que se me entienda bien, que es difícil, incluso peligroso, y que me he equivocado, que efectivamente mis palabras son engañosas. 
Supongo que tiene razón.
Pero también he pensado hasta que punto no es justo al revés. El hecho de que él me conozca más íntimamente que cualquier ser humano en este mundo hace que me mire con ojos prejuiciosos, cansados, amorosos, incapaces de ver el mal en mi...
Porque todos tenemos una parte mala en nosotros. Así es nuestra naturaleza. Egoísmo, comodidad, no sé... 
Se puede vivir negando la evidencia, se puede intentar sacar esa parte negativa de nosotros, se puede sencillamente aceptarla y acallarla, someterla con la parte positiva, buena, que también debe habitar en cada uno de nosotros.
La historia del lobo.
Gana el lobo que tu alimentes....
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla
que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros".
"Uno es Malvado - Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
"El otro es Bueno - Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad,
benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: "Aquél al que tú alimentes."

La vida casi siempre te sorprende. Tu misma te sorprendes, porque puedes hacer cosas que pensabas que no podías, sólo con intentarlo, pero también... a veces... cosas aparentemente sencillas se vuelven muy complicadas.
¿Sabéis lo difícil que es romper la ventanilla de un coche, el tuyo, cuando se quedaron las llaves dentro, por ejemplo?
¿Sabéis lo difícil que es partir los huesos de un cadáver para descuartizarlo, cuando en vida una simple caída nos fractura una pierna?
¿Sabéis lo difícil del trabajo del verdugo, cuando busca la muerte en su primer hachazo en el cuello del condenado?
¿Lo difícil de cosechar, cuando en el monte, de unos desperdicios que se botaron allí brotan las simientes e incluso dan fruto?
Es sorprendente. Manifestaciones de la ley de Murphy, supongo...
Yo siempre digo que las cosas no son tan fáciles.... Ni tan difíciles....
Todo depende...
De muchas cosas... depende...

sábado, 19 de julio de 2014

Sentimientos, instintos, realidades

Seres divinos, creadores de nuestra propia realidad... dice Miquel...
Debe ser...
Estamos diseñados para ser felices. Nuestro cerebro está diseñado para crear una realidad que nos haga feliz... dice Miquel...
Y debe ser...
Es. Sin duda.
Yo soy feliz. Sin embargo tengo algunos aspectos, negativos, en mi vida... que vienen mezclados, complicados, enmarañados en mis neuronas... Tiro de un lado y de otro, intento extirparlos de mi cabeza, pero me doy cuenta de que no son ajenos a mi, son míos también... son mi propia materia, son yo misma... y no quiero cercenarme... extirpar. No quiero. 
No quiero cambiar. El cambio me supone un esfuerzo increíble: me produce miedo, desasosiego, incertidumbre, molestia, infelicidad... Pero no enfrentarme a eso también me produce un sentimiento negativo hacia mi misma: soy una cobarde? una desertora? una irresponsable? una estúpida? me complico? quizá no tengo que cambiar? acaso no soy lo bastante feliz?? soy demasiado conformista??

Mi instinto me dice que no debo preocuparme, que no tengo por qué tomar decisiones precipitadas, que puedo dilatar tanto como necesite, como quiera.... por un lado. Pero tengo días en los que me urge poner diques a la tranquilidad, freno a la inercia, necesito un cambio... Pero la inercia es muy fuerte... Tan fuerte. 
Un día me siento más capaz, y puedo con todo, pero al día siguiente pago los esfuerzos y necesito descansar... El agua vuelve a su cauce... Y qué puedo hacer yo, divina, creadora de mi propia realidad??
Nos engañamos. Creemos lo que nos conviene... o no. Y son esas creencias, esas realidades, de hoy, mentiras de ayer y de mañana, las que nos hacen felices o infelices.

Y a pesar del sentimiento de "no cambio", resulta que sí cambiamos. Nos cuesta verlo, pero cuando conseguimos elevar la perspectiva sí que lo vemos... Yo ya no soy la misma de ayer. Supongo que no seré la misma que mañana. 
Sondeo en mi pasado buscando los cambios bruscos... pero casi no los identifico... No sé... Qué pudo cambiar drásticamente mi vida?? Veo cambios externos: mi primera boda, me fui a Madrid, volví, nos separamos, conocí al Druida, aprobé las oposiciones, trabajé por cuenta ajena, me sentí segura (a raíz de tener trabajo me sentí autosuficiente), tuve a mis hijos... 
Quizá mis partos... ser madre me ha cambiado... Sí. Para mejor. Pues creo que sí. Sí me siento más poderosa y creo en mi divinidad... Ahora sí creo que mi realidad no depende de acontecimientos externos.... pero.... es que me va bien...
¿Y si perdiese un hijo? 
¿Cómo creo una realidad que me haga feliz y eclipse una acontecimiento tan traumático como ese? Y según me hago esa pregunta me siento egoísta... tremendamente egoísta.
Mis hijos no han venido a este mundo para hacerme feliz a mi... aunque lo hacen, sólo con su existencia y cariño. 
Yo he nacido para ellos: para quererlos, cuidarlos, acompañarlos, en todas sus vivencias, las buenas, y sobre todo, en las malas...  Sería insensible si no sufriese con un acontecimiento así. Pero el sufrimiento también nos hace falta en nuestras vidas... El amor y el sufrimiento. Amamos y luego hemos de sufrir con la pérdida. Es lógico, normal, natural, y forma parte de nuestra humanidad, de nuestro ser. Y está bien. En aceptarlo está la paz interior, supongo yo.
Quizá es que cuando hablamos de realidad hablamos de sentimientos. Todo está bien si no te sientes mal, aunque las cosas pudieran ir mejor, o mucho mejor, o vayan muy mal, fatal...
Parece una excentricidad hablar de crear realidades alternativas que nos hagan felices cuando a tu alrededor ves odio, muerte, destrucción, por ejemplo, si estás en medio de un genocidio, terrible, como todos los genocidios. O si no tienes para comer, un techo que te cubra... Dinero suficiente para ti y para los tuyos, una vida digna...
Para mi es fácil. Y ahí fue una patada de culpabilidad al estómago. 
Pues nada, a escribir: culpa, miedo.. en un papel... y luego lo quemas. Puf!. Ya está. Lo dice Miquel. 
Y debe ser...
Yo huyo.
Huyo de todo eso que me hace sentir mal. Me entero de lo justo, pero ya no me obligo a ver cosas que me hacen mal si no puedo hacer nada para solucionarlas, algo que aprendí es que sentirnos mal no soluciona nada... Hemos de valorar aquello que nos hace sentir bien, recrearnos y así vivir, felices, a pesar de todo.... 
A poco que te esfuerces puedes crear realidades alternativas. Mariposas de luz y todo lo que estés preparado para ver... Sólo cambia la música, el filtro, y deja pasar lo bueno ahí dentro... A mi me funciona... casi siempre... cada vez mejor (todo se aprende... con algo de dedicación y cariño...)