domingo, 25 de enero de 2015

Calor o frío

Yo prefiero el calor (me dice él). Es más fácil vivir con calor, menos costoso. 

Es que nos gastamos mucho en calefacción. También llevamos una vida, la mayoría, muy sedentaria. El frío hace mella en nuestros huesos, y luego no quiere salir. Si te arrimas al fuego nunca parece suficiente... Más y más... más y más.... el calor se va más rápido que el frío... no se acumula. 
Pero en verano tampoco lo pasamos bien... y el aire acondicionado también gasta, y a los frigoríficos les cuesta más mantener los alimentos. La comida se estropea en poco tiempo fuera del electrodoméstico. 
Aislamiento entonces.
Lo mejor es un buen aislamiento térmico, que no deje escapar el fresco en verano y no deje entrar el calor, al contrario en el invierno.

Si te mueves cambia todo:  el calor que nace de dentro se queda más tiempo, te hace sentir una especial primavera. Mientras puedas moverte, no te quedarás frío si no quieres...

Y si estás frío es más fácil deprimirse, te sientes impotente. Te abrigas y la ropa no te deja mover: más impotencia. Ya no puedes tomarte tu tiempo, porque se enfría el café, has de bebértelo rápido para sentirlo cálido. Descansar se hace complicado con el frío invadiéndote... 

La muerte fría, quemando las plantas... palideciendo todo...

Y se ha de morir para volver a nacer. Y qué tocará esta vez...

Nunca paras de moverte del todo. Lo sabes. Pero ya no eres tu, ya no puedes saber nada, tu, después de la muerte.

Abrázame, y así atraparemos ese calor, juntos.





sábado, 24 de enero de 2015

Dragones y Antorchas

- Eso puede ocurrir cualquier día.
+ Sí?
- Sí. Cogen libros que son una caca y los hacen películas, y luego quedan otros por ahí que son unas estrellas de la escritura.
+  :)
- Sí. Y yo soy una de ellas. Voy a escribir un libro en el ordenador, y se llamará Dragones y Antorchas. Ya tengo el resumen, y el tema y todo. 
+ ¿Y por qué en el ordenador? Vas a tardar una eternidad.
- Porque quiero publicarlo y que los del cine me lo vean y que hagan una película y así poder ir todos a Las Vegas. 
+ :D
- Sí, no sé de qué te ríes. Iremos a Los Angeles.
+ California... jaja
- Sí, ya te lo he dicho, eso puede ocurrir cualquier día. Como con El Hobbit, o el Señor de los Anillos.
+ Caray, pero escribir algo como El Hobbit o El Señor de los Anillos......
- Bueno, luego tu y papá me lo corregís... por si lleva faltas de ortografía y eso...
+ :)

viernes, 23 de enero de 2015

¿Un poco todos los días?

O un mucho, lo que me haga falta, digo yo.
Y digo bien.
El caso es decir.
Decir es distinto que escribir.
Es una cuestión de retroalimentación... ¿Cuántas veces escribes lo que venías pensando en escribir?
La verdad es que pocas. La mayoría de las veces me pierdo. No es que pierda el hilo, porque hilo tiene... al que me voy agarrando. Alguna vez he comparado esto de la escritura como un cauce contenido, un líquido que puja y cuando abres la escotilla busca el lugar más sencillo para pasar... El río busca un cauce por donde transcurrir, por donde llegar al mar, sin saberlo, porque el caso no es llegar, es no pararse: Si dejas de moverte... dejas de ser.
Y es cierto, al llegar al mar sigue siendo agua pero ya no es río... Y se sala. Agua salada. Agua dulce.
Amarga muerte. Dulce vida. ("Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar... que es el morir...")
Cuestión de gustos. Algunos consideran los orgasmos como pequeñas muertes, capaces de hacerte olvidar el miedo al gran orgasmo vital... Ascensión a lo divino. Ascender. Para otros morir es descender: desde la montaña por el valle hacia los abismos del mar infinito.

Metáforas para la vida, metáforas para la escritura, metáforas para la muerte... Metáforas para explicar las cosas que nos pasan, metáforas para entender. Y al fin, debe ser un juego, nada más, y nada menos. Parece que jugar no es importante, pero sí que lo es. 

Y hoy... 
Hoy se me dio por pensar que es más bien como una escalada -lo de la escritura digo, aunque podría valer para la vida-. Vas mirando por dónde poner el pie, la mano. Aquella pequeña grieta se veía bien desde más abajo, pero ahora que vas llegando ya no es la mejor opción... Y al fin, busco el camino fácil, para seguir ascendiendo, y tener mejores vistas. A veces hay muchos caminos, pero elijo rápido... pequeñas elecciones fáciles de tomar llegado el momento. De poco vale al fin planificar. Siempre cambia el paisaje según vas subiendo, y a veces de forma drástica...

Me paso el día escribiendo en mi cabeza, pero no es lo mismo que hacerlo aquí. Como cuando hablo sola: lo que ocurre cuando me pasan cosas, cosas normales que le pasan a la gente, de la rutina diaria. Te equivocas en algo, o descubres que tu hijo hizo esto o aquello que no estaba bien, y entonces lo hago, hablo sola... Pero no hablo sola, si no que ensayo conversaciones urgentes que se me vienen a la boca irremediablemente, buscando razones, soluciones, caminos... explicaciones, que le doy pues, a quien corresponda... pero que luego se pierden en el olvido, no llegan a destinatario, casi nunca. Carecen de sentido más tarde. ¿Valieron para algo? Sí, puede que sí, que me sirvieran a mi, para explicarme, para poner en orden mi cabeza y mi conciencia... Sí, para eso valen, sin que los interlocutores ficticios me interrumpan, ni me rompan los esquemas de lo que yo pensaba que tendrían que decirme, que me contestarían... Me escucharon, me entendieron, o no.. pero entonces yo los desarmé con mis potentes argumentos...  :)

Al fin yo también tengo mi juego de pensar. Como mi reisiño. 
Mi reisiño se hace mayor, que no maduro. Digno sucesor de su madre. Pero yo me siento orgullosa de no ser madura a mis 43, por qué tendría que exigirle a él que lo fuese. Por qué se lo exigimos.

Porque es lo que hay que hacer. Porque tiene que defenderse en la vida. 
Al fin el mundo no es tan distinto del paisaje apocalíptico de The Walking Dead... mira tu.
¿Enemigos hasta que se demuestre lo contrario? ¿contrincantes?¿no amigos?
¿Acaso no se basa la supervivencia en aliarse con tus semejantes, colaborar, hacer frente común a las adversidades? Pero estamos ocupados en criar a los niños en otro tipo de ética: individualista, competitiva... La misma que nos inculcaron a nosotros, y que nos hace tan infelices cuando creemos en ella pies juntillas.

Bueno, cada vez más gente se suma a otro tipo de educación, aunque siga siendo una triste anécdota  en medio de una generalidad más bien pobre en los valores que realmente les van a hacer falta a nuestros hijos en un futuro que se vislumbra más bien duro.

jueves, 22 de enero de 2015

No sabes nada... Pitima

Deprimidos. Los gallegos tenemos fama de deprimidos. Resignados. Supongo que soy gallega, y por eso también tengo mis dosis de depresión, resignación... culpa. La culpa. La puñetera culpa. Es por eso que somos fáciles de manejar. Alguien que se siente culpable no tiene mucha capacidad de rebelión, de defensa. Necesita castigo, necesita redención... Necesita oportunidades, muchas, porque la autoestima no está muy bien y eso hace que no nos veamos capaces de hacer las cosas como supuestamente deberíamos... bien, así que nos hacen falta infinitas oportunidades para seguir intentándolo. 
¿De verdad depende tanto de nosotros?

Encima: culpa por no saber ser feliz... 
Pelamos las patatas gordo.
No ahorramos.
No le dedicamos tiempo de calidad a nuestros hijos.
No tenemos la casa ordenada y limpia.
Nos vamos olvidando de las cosas: no hay azúcar, queda poca leche. No congelaste el sobrante del guiso.. Cuánta comida desperdiciada...

Ayer vi un vídeo sobre la meritocracia. Anda! no me lo subraya el corrector, así que el palabro no es inventado...
En realidad el vídeo era sobre la ansiedad. Por qué estamos ansiosos. Era un vídeo agradable porque nos descargaba un poco de la culpa. No tenemos la culpa de estar ansiosos, al menos no toda. La meritocracia es un poco como la democracia... una pequeña gran mentira. Quizá sean ambas las mejores de las peores fórmulas de convivencia y estado...
No somos lo que hacemos. Hacemos, la mayoría de las veces, las cosas que nos dejan hacer, y que tenemos que hacer... por "necesidad".
Necesidad de quién.
Nos hemos olvidado de satisfacer nuestras propias necesidades... y así nos hemos olvidado de nosotros mismos, y nos llenamos de miseria. Nada tenemos, nada podemos dar ni compartir... Pero acumulamos gran cantidad de necesidades inventadas, por los que quieren hacer negocio.
El negocio es enemigo del hombre, de la humanidad...
Me refiero al gran negocio,  a los negocios que hacen multimillonarias a las personas. Los multimillonarios tienen mucha culpa, sí, es así. El capitalismo nos matará. 

A veces soñamos con tener mucho dinero. Nos da por pensar que seríamos buenos, no como ellos: repartiríamos entre los más necesitados, haríamos obras sociales.... Aissss.... qué engreídos y estúpidos, qué miseria más grande...  quiénes somos nosotros para repartir migajas... quién nos da superioridad ética, moral, para convertirnos en repartidores de "felicidad"
Eso no es felicidad. Nadie que acumule mucho dinero está libre de culpa, otra cosa es que se sienta culpable o no.
A veces pensamos que si tuviéramos mucho dinero tendríamos tiempo y ganas de hacer muchas cosas que nos alimentarían el alma, a saber: leer, viajar, arte... Pero la mano ociosa es la mano del diablo. Es mentira: estoy convencida de que trabajar para vivir nos hace falta, es una necesidad para nosotros, es una necesidad humana y espiritual, es salud, para sentirse realizados. Pero qué trabajo, en qué condiciones... 
Es un derecho, el trabajo, para poder satisfacer tus necesidades, las reales, no las inventadas...

¿Nos hacía falta el café en cápsulas?
No.
¿Alguien se preguntó si nos hacía más daño que bien?
La mayoría no.
¿Alguien hizo un gran negocio con ello?
Sí, sin duda.

¿Se anteponen los grandes negocios a la salud del planeta, de la humanidad?
Sí.

Así pues vivimos en la miseria, y quizá acabemos autodestruyéndonos.

Una comunista gallega. Estámosche ben. Estamos de carallo....