Infinitos organizados hacia arriba y hacia abajo, hacia la derecha y hacia la izquierda, de lo más pequeño a lo más grande. Y el caos... ¿dónde está el caos? El caos es lo que nos desordenó en el principio.
¿Al principio éramos uno? ¿Acaso éramos tres? Dos no, imposible, tendríamos que haber sido contrarios y nos hubiésemos aniquilado quedando en Nada.
Acaso no es el caos el que nos divide una y otra vez, el que nos destruye, nos desintegra.... sin éxito. Sin éxito porque un impulso vital, una atracción, un suerte de... Amor, nos vuelve a recombinar, a unir, a organizar, en moléculas, células, tejidos, seres, colmenas, manadas, bandadas, planetas, galaxias y universos. Pero si al final fuésemos dos, y contrarios, nos aniquilaríamos, y quedaríamos en Nada. Así sería extraño llamarle Amor a esta atracción. Del Amor al Odio, del Ser al No Ser. Y quizá el Caos sea el auténtico Amor, en este mundo de engañosas apariencias...
- Pero el Universo se expande - me dice Pitima cariñosa al oído mientras me frota la espalda con la esponja jabonosa.
- Cierto, y a la vez la gravedad reúne a los planetas en torno a los grandes soles, formando esas galaxias, y esos cúmulos de galaxias, arrimando la materia, queriendo reunirla de nuevo en ese único ser primario que podríamos llamar Todo, o también Nada - me dice al otro oído otra Pitima que me masajea suavemente el cuero cabelludo con el champú.
- Chamádelle X- les digo yo, Pitima, la mimada - Todo esto me recuerda aquella novela de Paulo Coelho, Brida, donde desarrollaba toda aquella teoría de las "otras partes", de cómo nos dividíamos una y otra vez de generación en generación, y el principal propósito de las almas reencarnadas era encontrar, al menos, una de esas Otras Partes. De esta forma se explicaba que no sólo hubiese una "otra parte" de cada uno. Todos tenemos muchas partes, y algo nos empuja a reunirnos de nuevo, en uno... por Amor.
- ¿Te acuerdas qué graciosa forma de distinguir a tu Otra Parte en aquella novela?- me pregunta Pitima, que me espera cómplice con la toalla desplegada para envolverme amorosamente
- Claro que me acuerdo: l@s bruj@s podían distinguir claramente a sus Otras Partes por un punto luminoso en el hombro izquierdo - sonrío sabiéndome la lección.
- Pero piénsalo bien, si al principio éramos uno... ¿no somos acaso todos Otras Partes?- advierte la otra mientras me desenreda el pelo con sumo cuidado.
- ¿Te falta mucho? Vamos a llegar tarde- me chilla desde fuera el Druida
- Venga, vamos! - me digo - vosotras dos también, pero calladitas ya! que me entretenéis!
Pd. Y las canciones que me salieron al paso en los comentarios: