miércoles, 24 de marzo de 2010

Como querer Caetanear o que há de bom...

Muchas canciones caben en la banda sonora de mi vida. Canciones especiales.
Esta es una canción que siempre me gustó muchísimo, porque es bella, porque está cargada de energía positiva. Es cálida, sensual, seductora.... y qué más se le puede pedir.


La conocí por su versión más popular, la de The Manhattan Transfer:


Soul Food to go (Sina). Álbum: Brasil (1987)


Sin embargo el autor de la obra es Djavan, un artista brasileiro que me ha gustado mucho. La canción está incluida en su álbum Luz, de 1982.


Vídeo de la canción interpretada por su autor, letra incluida.


Maravillosa la versión de Caetano Veloso, mira que buen rollito se traen....


Sina, Caetano Veloso

sábado, 13 de marzo de 2010

REPOSICIÓN: Puedo Volar, 21 de julio de 2008

Y No!! jaja. Todavía no me he ido. Ni creo que lo haga.... Descanso, relax, pero no os libraréis de mi fácilmente... jajaja


Me permito mandaros a uno de mis posts de hace un tiempo, que he recordado por Chousa y Zeltia, que en sus últimas entradas hablan de VOLAR. También me tomé la libertad de reeditarla para añadir un par de cosas.


Así que estoy de REPOSICIÓN.


Es esta:        PUEDO VOLAR

martes, 9 de marzo de 2010

Un descanso

Me voy a tomar un descanso. 


Ya sé que esto no es ningún trabajo, que lo hacemos por amor al arte y tal... Estoy en un momento en el que el cuerpo y el alma me piden algo distinto. Será un tiempo, no sé cuánto, ni tampoco sé si de vez en cuando me tomaré un descanso del descanso y dejaré algún comentario por aquí o por allá.... En todo caso no quiero que nadie se preocupe, que estoy bien, pero me apetece alejarme un poco, sólo eso.
Mientras podéis perderos en cualquier rincón de mi casa, que es la vuestra, y comentar lo que queráis, que tarde o temprano lo veré. Es un placer contar con vuestras visitas y comentarios. Estaré por ahí, un poco más silenciosa de lo normal. De algún modo vivo aquí también, en mis escritos, entradas y comentarios. 


Bicos.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Haciendo cola para los vampiros….

Con mi carpeta-clip llena de hojas de etiquetas y con la lista de unas cincuenta personas voy recorriendo la cola, del primero al último, que casi nunca es el último, pues van llegando más y más…
¿Cómo se llama usted? Permítame su volante. No, no, continúe en la cola, detrás del señor… No, yo sólo etiqueto, le digo a una señora que con una sonrisa me ofrece un sospechoso paquetito envuelto en papel de plata, todo arrugadito.
Recorro la cola diaria de mortal humanidad, de contenedores de sangre, pises y cacas..
De hecho es un acercamiento muy íntimo, se dejan interrogar, se dejan ver así, de buena mañana, tan humanos, algunos con la cara todavía marcada con las arrugas de la almohada, con los ojos de dormir, sin haber desayunado… Pobres. Yo los voy abordando uno a uno, los miro de cerca, los huelo, me acerco a ellos en un momento de descarnada realidad, para ver si están en la lista, y etiquetar sus papeles. Les pido el volante de la analítica. Algunos te desesperan con la lentitud con la que lo sacan del bolsillo, del bolso, te hacen esperar y perder un tiempo precioso, ¡qué son muchos!. Los han doblado cuidadosamente varias veces, o los han enrollado, o los traen metidos en sobres de plástico,  ¡qué complicación para pegar la etiqueta!  Pero yo tengo mucha paciencia, no pasa nada, sonrío y espero, y cuando paso al siguiente me pregunto por qué no lo ha sacado ya…. ¿es que no ha visto de qué va el tema?. Sigo sin perder la paciencia, al fin es un trabajo que me gusta, y no sé por qué. Creo que me siento importante, con la carpetita, buscar y pegar. Siempre me han gustado las pegatinas, desde niña. Será eso, que es como un juego. Divertido, sí.


Algunos, hacia el final de la fila, se asustan un poco con mi intervención, todavía lejos del mostrador no me esperaban. Pero la primera desconfianza se torna casi siempre en cordialidad a la vista de mis buenas intenciones. Creo que en general quedan contentos con mi atención personalizada, los que están lo bastante despiertos para enterarse de algo...


¡Qué nervios pasan algunos mientras busco su nombre! como si estuviera buscándoles en la lista de aprobados…. jaja. Mira, ahí estoy, me asevera uno señalando una de las etiquetas. No, esa no es, le digo yo acostumbrada a los listillos y listillas, a los que comprendo, porque yo haría lo mismo si me ofreciesen una buena vista de las etiquetas. Yo quiero que participen, que vean que los etiqueto bien, aunque algunos no ven nada hasta después de desayunar, están allí a nuestras expensas, haciendo cola para los vampiros del Sergas, los pobres…


Rojo, relativo... E impresiona luego ver toda esa colección, esa gama de rojos en tubos. Rojo sangre.... pero no todas las sangres son iguales, todo un mundo en cada tubo, de color rojo, pero un rojo distinto, con matices.... Rojos más espesos, menos, más claros, más oscuros...