jueves, 2 de octubre de 2008

Mi último día

La suerte está echada. No me queda mucho, pero no importa, porque he cerrado el trato: poder ver crecer a mi niño, y la facultad de ayudarlo en aquellos momentos más delicados de su vida. No ha salido caro. Mi vida, mi alma, todo mi ser a cambio. No es habitual que Dios haga tratos con los mortales, pero las cosas no van bien. El mundo se ha vuelto loco. Todos quieren pactar con el diablo, al fin sus almas ya están malditas. Pero yo pensé: ¿por qué no? Tal y como van las cosas un alma es un alma. Y Él accedió. No sé para qué las quieren, eso es secreto de sumario, pero tanto Él como el angel oscuro se afanan en conseguir las máximas almas posibles, como en una guerra fría. ¿Cuál es el bando bueno? ¿Cómo sabré a quién vendo mi alma? ¿Cómo sabré que cumplirá su trato? ¿Valdrá para algo este papiro viejo escrito con la tinta roja de mi sangre? Él no firma. Sólo tengo su palabra. Palabra de Dios. ¿Qué pasará cuando todas las almas ya estén repartidas?. ¿Cuánto sobrevivirá mi hijo?. Quizá sería mejor que no sobreviviese. Quizá tenga que decidir sobre la vida y la muerte de mi hijo para evitarle sufrimiento. ¿Podré hacerlo?. Puede que me haya precipitado y al fin Él haya hecho un buen trato, zafándose de su poder, y no yo.

De todas formas la suerte está echada. Moriré mañana, así que este es mi último día.
No se lo diré a nadie, o sí, a cualquier desconocido o desconocida, si mi secreto me pesa demasiado. Le contaré todo. Sobre todo que si me voy no es porque yo quiera, es porque me echan, pues yo deseo vivir, pero que estaré siempre con los que me quieren, sí, se lo contaré para que luego ellos lo sepan. ¿Cómo voy a escoger la canción de mi último día? Escucharé muchas canciones, pero como cualquier día, como si me quedase toda una vida para escuchar toda esa música que me hizo sentir, vivir y emocionarme. No podría escuchar una canción que me gusta pensando que es la última vez que lo haré... ¿Y quién asegura que en el más allá no podré escuchar buena música?

Me quedará algún asunto pendiente, como clasificar y archivar todo ese maremágnum de imágenes en el disco duro. Esas fotos que esperaba poder ver de nuevo y que no voy a tener tiempo de encontrar. Espero que alguien se tome el trabajo de mirarlas otra vez, con la misma curiosidad que yo, intentando descubrir un mundo invisible a nuestros ojos pero no al objetivo de la cámara. Ahí está, petrificado en un montón de luminosos píxeles, como un fósil etéreo. Ojalá alguien quiera buscar esa magia que se esconde como una aguja en un pajar.
Y en un día no puedo leer un libro entero. Leeré algún verso. Neruda, García Lorca, Adriana Simona. Leeré los poemas de mi tragicómica niña, Carolina, y escucharé sus susurros cada vez más llenos de matices, y me sentiré muy orgullosa de ella y de sus hermanos. Son seres extraordinarios y los adoro. Me pesa no habérselo demostrado más. Estaré a su lado siempre que pueda. Leeré mis propios escritos haciendo balance y, por qué no, escudriñando en la persona que fui, en la que soy, y adivinando la que seré en el más allá, si es que mi alma conserva algo de mi identidad, pues para cumplir el pacto así debe ser... pero ya no sé si me fio. El último día y desconfiando de Dios. No sé si es bueno o malo. Como siempre. Ni ante la muerte puedo cambiar eso de mí. Necesito creer, pero mi fe flaquea. No me quiero despedir, sólo quiero decir Hasta Pronto. Os quiero y os deseo lo mejor.

Y qué importa. La suerte.... está echada.


Pues esta es mi versión para el meme que propone Zeltia, las cinco preguntas sobre mi último día. Y yo no propongo a nadie. El que quiera que se apunte. Libre albedrío.
Como ves, Zeltia, yo también me metí en el papel... ¡Estoy un poco acongojada después de escribirlo! Aissss. Espero que se me quite con un abrazo y un beso de mi reisiño. Sí. Seguro que sí.

7 comentarios:

  1. Joer Pitima, que soy muy empática y he acabado el post acongojada perdida con esto de tu último día!

    Me ha gustado tu estilo. Tal vez intente hacerlo, al menos será interesante meterme en la situación.

    Bicos eternos!

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  2. Esto é o "meme" e o resto son caralladas!!!
    (Joer, que susto me deches. Ufff, pensei que beberas betadine con dalsy nun descanso do choio e que te puxera así).

    Bicos auténticos

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  3. Vexo que é imposible non pensar nos fillos nunha situación así, ¿verdade?

    Saúdos, compañeira de meme :-)

    Antón.

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  4. No me gustan los memes.
    He de decir que este es particular, muy particular.

    Hace un tiempo en una película, se contaba un proverbio chino que decia:

    Estaban tres chinos jugando al Mahjong (juego de mesa chino), y llega un cuarto corriendo y gritando:¡Es el fin del mundo, es el fin del mundo!, ¡el fin ya está aqui!.

    Uno de los chinos se levanto corriendo, y dijo: Me voy al templo, a rezar y purgar mis pecados, para tener pura mi alma en el transito al otro mundo.
    El segundo se levanto trás el diciendo: voy a comprar tres botellas de licor de arroz, buscar a dos prostitutas, y que el fin del mundo me coja divirtiendome.
    El tercero, imperterrito, los miró y dijo: yo... acabaré la partida.

    Supongo que todos tendriamos partidas para acabar si estamos ante nuestro ultimo dia... el caso seria priorizarlas.

    Yo probablemente me aislaria y trataria de empaparme de reisiño y de ti... esa seria mi partida.

    Bicos.

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  5. Moi poético, Druid, moi poético...

    Unha aperta.

    Antón.

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  6. caramba, case me fas chorar! perdona por inducirte co pase do meme a pasar este mal rato, pero despois de todo sempre ven ben recordar a fortuna que temos: un día máis!
    un abrazo imaxinario con moita emoción nada imaxinaria senon sentida.

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  7. Claro que sí. Un día más, un día menos.. jejejeje.
    Lo importante es no dejar para mañana esas cosas importantes de verdad, porque el mañana.. hoy.. no existe todavía.
    Bicos.

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