viernes, 11 de abril de 2008

Otra vez... PREGUNTAS y MENTIRAS

Las mentiras están ahí siempre. El tejido social está confeccionado con múltiples bordados de hipocresía, a veces piadosa, otras despiadada, y otras simplemente trivial e inútil, pero siempre presente.
Algunos mentimos con razón, otros por costumbre, otros... para defendernos.

Desde pequeña -en eso mi madre hizo un buen trabajo(o no...)- tengo tendencia a ser sincera, a decir la verdad aunque no sea muy agradable. Poco a poco he aprendido a comportarme un poco más en sociedad y he conseguido alguna mejora en el asunto hipocrático, pero me cuesta... Prefiero el silencio a la mentira. Y "se coge antes a un mentiroso que a un cojo", cierto es que pocas mentiras quedan impunes hasta el fin de los tiempos, y no creo que ninguna se libre eternamente, quizá por eso necesito liberarme de cargas a priori, y prefiero una verdad molesta que una mentira que me encierre en una jaula de oro...

Y supongo que también hay silencios mentirosos, aunque nos engañemos a nosotros mismos con esa mentira tan cómoda: "si me callo, no miento...."
Hay personas que sienten justamente la tendencia contraria, la de la mentira como medio de vida.. por si acaso. Y claro, como todo ladrón piensa que los demás son de su condición, no les quedará otra opción, si son coherentes y no muy obtusos, que observar siempre desde el ángulo de la desconfianza... Pero también hay mentirosos confiados ¿verdad?. Así que es una maraña complicada.

Cuando pillas a alguien en quien confías en una mentira... ¿qué puede pasar?... ¿puede ganarse algún día tu confianza de nuevo?... ¿puedes llegar a comprender la razón de la hipocresía y llegar a la conclusión de que era más importante que la confianza depositada?

Es más, ¿se puede vivir confiando plenamente en alguien aun a sabiendas de que es absolutamente imposible que haya sido sincero cada instante de su convivencia contigo?

Quizá en eso consiste el amor: ese generoso egoísmo de compleja sencillez (gracias Prometeo).

Claro que en esto, como en todo, el relativismo es absoluto (¡venga con el oxímoron! jajaja): lo que para unos es una bendita mentira, para otros, es una mentira.. imperdonable.

7 comentarios:

  1. Encantador post el que nos muestras.
    Describes muy bien lo que es la hpocresía en esta sociedad, sus objetos, sus personajes y sus fines.
    Pienso que a veces, y solo a veces, las mentiras "piadosas" (¿podemos llamarlas asi?) son necesarias.
    Perder la confianza en alguien para luego recuperarla, es muy dificil. A mi me costaría pero como nunca se puede decir "de esta agua no beberé". Deja tu interrogante con otro igual....
    Besos.

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  2. Yo aunque tal vez no suene muy bien decirlo miento muy amenudo y en hipocresía es dificil ganarme, aunque ya lo hago tan bien que es difícil pillarme. Después de esta confesión si te digo que tienes un blog muy bonito e interesante como es lógico no me creerás, aunque en esta ocasión si diga la verdad. Me encanta la foto del gato de la barra lateral, yo también tengo uno, le mío tiene los ojos azules. Bueno, saludos, volveré por aquí. Si te quieres pasar por mi blog pincha en el enlace. Bkos.

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  3. Es que todo es demasiado complejo. A veces decimos dulces mentiras con amor, para tratar de no hacer daño. A veces escupimos cruentas verdades con odio a la cara de nuestros enemigos para hurgar en la herida. A veces callamos y nuestro silencio es la más vil de las hipocresías y otras tantas hablamos y nuestras verdades se clavan como puñales en el corazón de quién amamos. Si para amar fuese requisito imprescindible decir siempre la verdad, el amor sería tan efímero como las deliciosas flores entregadas por tu (nuestro) reisiño. La confianza no radica en escrutar cada rincón de la mente de tu ser querido, sino ostentar la absoluta certeza de que, pase lo que pase, podrás contar con él.
    Un abrazo, mi interrogativa amiga, y sólo quiero aclarar que "generoso egoísmo de compleja sencillez" es uva de tu propia cosecha, no de la mía. Si de oxímoron se trata, hasta el propio Borges te envidiaría.

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  4. Que buen post... me quedo sin saber qué decir... es que el tema de las mentiras, las verdades... me parece tan complicado que no sabría ni explicarme de tantos casos y cosas que se me ocurren...
    Pero me encantó cómo lo escribiste tu.

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  5. Quedouche comentar algo sobre as medias verdades; que ás veces son tan dañinas como as propias mentiras.

    Un bico (metira!: en realidade quería enviarche dous)

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  6. Yo tengo esa "mala" costumbre,siempre digo la verdad,no me paro a pensar se puedo herir o no.
    Pienso que algunas veces me debería callar y usar uno de esos silencios "mentirosos"!

    Besos

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  7. Este texto me ha llegado al alma. Para mi, mentir al tuntún, sin ningún motivo, sin causa importante, solo por costumbre, aún sabiendo que no lo soporto, supuso una ruptura muy dolorosa ... pero no me arrepiento (yo), a otro le diría que valorase todo.

    A veces no nos damos cuenta de que todas tenemos un reisiño, pero para las que carecemos de instinto maternal, somos poco condescendientes.

    Bicos y un abrazo muy especial para ti.

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