jueves, 15 de noviembre de 2007

INDOLENCIA

Hay que trabajar la indolencia. Para sobrevivir en algunos ambientes se hace absolutamente necesario trabajar la indolencia. En esta carrera voy ganando puntos día a día, aunque a veces sea sólo una cuestión de escaparate, de apariencia. No le preguntes a según quien cómo se encuentra.... corres el riesgo de que te lo cuente y acabes deprimida hasta la médula y te lamentes de tu feliz ocurrencia: si yo sólo quería ser amable....
Donde yo trabajo tienes que ser dura, que no te vean flaquear ni un instante, debes comportarte de forma segura y ser indolente, o al menos parecerlo.
- Es que me duele mucho, ¿no podrías avisar?- mientras arruga el gesto y me mira teatral
- Señora, todos los que esperan allí son urgentes...-
Y tengo ganas de seguir diciendo: aquel no pudo venir a su médico por la mañana por razón de trabajo. Aquella otra estuvo esperando quince días "a ver si le pasaba", pero ahora ya no aguanta más. El chico de allí tuvo relaciones con una prostituta, y no quiere que se entere el médico de familia, por si se va de la lengua, y viene a este servicio de urgencias, donde no lo conoce nadie. La chiquilla esa necesita la píldora del día después. Bueno, y la mejor de todas, la que se quemó la lengua con la sopa.. esa sí que es buena. Y si intento pasarla a usted primero todos ellos protestarán y me gritarán, porque han llegado primero, y, ¿quien decide aquí la urgencia?, al fin y al cabo todos sabemos que le está echando teatro porque tiene prisa. Si no llega a tiempo a su cita no es problema mío, y no me da pena, la verdad sea dicha....
- No señora, no puedo pasarla, tendrá que esperar su turno.
Justo en ese momento llega la ambulancia, ya ni entran, el personal sanitario se mete dentro. Es una parada. Consiguen recuperarlo, pero uno de los médicos y una enfermera tienen que acompañarlo al hospital, por si se para de nuevo... Revuelo en la salita. Joder, ya estamos, ahora a esperar todavía más, seguro que el de la ambulancia es algún conocido de ellos... seguro. Se cuchichean los unos a los otros y le dan a la cabeza. A uno se le escucha: - menuda sanidad pública-
Y yo pienso: la que os mereceis, cabrones indolentes...

7 comentarios:

  1. Indolentes los hay por ambos lados de tu relato y como en tantas otras situaciones suele pagar el justo por el pecador, generalizar es malo siempre, lo normal, seria buscar una mesura en los comportamientos de todos, nunca existe el bueno y el malo pues a veces el malo es bueno y el bueno malo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. Efectivamente, pagan justos por pecadores.. pero lo que realmente me tortura es dónde me meto yo: ¿seré justa o pecadora??. Cada día estoy más confundida.. Intento mientras tanto guardar la compostura, para que ni los justos ni los pecadores sepan de qué lado estoy... ¡por si las moscas! jaja.

    ResponderEliminar
  3. Obrarás sempre en conciencia e do mellor xeito que xulgues en cada situación. Tomar decisións que inciden nos demáis diariamente é un exercicio cansino que mellora (algo) co entrenamento.
    Sempre se ven as cousas con opticas distintas dependendo do lado do mostrador no que estás. Imaxina por un momento como opinas ti cando vas ó banco/caixa ou estás na fila do supermercado...

    Vaia rollazo que soltei!!. I eu so quería darche un bico, carallo

    ResponderEliminar
  4. Basicamente los seres humanos partimos de dos puntos, sentimientos, o formas de sentirnos, (es malo generalizar, of course) que vienen siendo:
    - Punto uno: el egoismo. El egoismo gobierna tu vida, y quieres que te atiendan mas y mejor que a los demas, pues eres tu mas importante que ellos, tengan lo que tengan. (El jubilado que se pone hecho un basilisco, ya que otra persona que realmente tiene prisa y es urgente, entra antes que el QUE NO VA A NINGUN LADO al salir del medico)
    - Punto dos: Me lo hacen a proposito. Me estan dejando a mi para el final, ya que me tienen mania.

    Evidentemente, tras el mostrador siempre hay quien piensa que todo el mundo es malo, que esta "jodido" con su trabajo, y pone todo su arte en desempeñarlo de manera que se note su estado.

    Esto si que es un buen pedazo royo.
    Paseime escribindo.

    ResponderEliminar
  5. Vou ter que facer máis entradas para que sepades ben de qué vai o tema este dos mostradores en sanidad pública...
    Lo pongo en tareas pendientes...
    Agradecida polos comentarios.
    Un bico. Un lote a repartir, que non se diga que son mala...

    ResponderEliminar
  6. Fai fai, pero lembra que todos estamos detrás de mostradores!!!

    ResponderEliminar
  7. Enterada Chousa, pero, al crearse el concepto usuario-paciente, mezclado con administración pública (con su sempiterna política populista),se crea una particular casuística y un campo de estudio psicológico, y sociológico, de lo más interesante..
    El mostrador de sanidad es un caso particular y digno de especial estudio, créeme.

    ResponderEliminar

Comenta, no te quedes con las ganas, que la represión es muy mala, y luego te salen granos...