La foto me encontró, encontró mi cámara, encontró mi dedo, encontró el momento, y me tomó..
Cuando la ví lo primero que me asaltó en la cabeza fue el ángulo obtuso, el que forma la sombra con el ente real que se desdobla en dos, paralelos, el aura (con sombra propia), y él. La primera más grande y apuntando al cielo, el segundo pegado al suelo atrapado en una realidad más oscura y espesa. Vértice con una sombra que abre el ángulo, recto si no fuese por la perspectiva que lo hace obtuso, sin poder escapar, porque quiere ser vertical, como los otros dos, aunque sea apuntando hacia el centro de la Tierra, pero ansiando la verticalidad..
-¿Por qué siempre tengo que estar tirada por el suelo?- se lamenta.
Cuando la ví lo primero que me asaltó en la cabeza fue el ángulo obtuso, el que forma la sombra con el ente real que se desdobla en dos, paralelos, el aura (con sombra propia), y él. La primera más grande y apuntando al cielo, el segundo pegado al suelo atrapado en una realidad más oscura y espesa. Vértice con una sombra que abre el ángulo, recto si no fuese por la perspectiva que lo hace obtuso, sin poder escapar, porque quiere ser vertical, como los otros dos, aunque sea apuntando hacia el centro de la Tierra, pero ansiando la verticalidad..
-¿Por qué siempre tengo que estar tirada por el suelo?- se lamenta.
La luz la empuja y, como un vulgar y abusón matón de barrio, la mantiene ahí, contra el suelo, o si tiene suerte, contra la pared.... ¿qué pretenderá?. Maldita luz. Y sin ella, no soy nada..
Incertidumbre de Heisenberg. Todo es indeterminado: Nada es lo que parece, y a veces, lo que parece, es lo único que puede ser..
Fíxate ti, que hai ata quen maldice dela.
ResponderEliminar(Pobres obtusos)
Bicos
Para liarla mas, te dire que al pobre desgraciado le sale otra sombra que apunta a lo mas alto, como si una parte de el quisiera abandonar su cuerpo y escapar.
ResponderEliminarme gusta. bicos
ResponderEliminar