Éramos la misma cosa, casi nada, aire y goma. El destino, esa absurda casualidad, nos había unido y separado para siempre, desde el principio, cuando eras tú no era yo, y cuando era yo, no eras tú. Te busqué, mi corazón... y allí estabas tú en un rincón, detrás de mí, siempre detrás de mí.
Y cuando al fin nos hayamos desinflado del todo, seguiremos siendo la misma cosa... casi nada.
Nunca o pensara así ... Un saudiño.
ResponderEliminarNo se por qué, pero me ha emocionado. Me han encantado los globos, me ha encantado como lo has explicado. Me ha parecido tan tierno y sincero, que me ha llegado mucho.
ResponderEliminarBicos.
he encontrado tu blog por casualidad, me ha gustado lo poco que he podido leer, con paciencia leere mas,muchos besos.....
ResponderEliminarTodos perdemos un poco de aire a lo largo de nuestra vida, hay acontecimientos que nos desinflan del todo...
ResponderEliminarmás lejos cuanto más se hincha el globo. en el desinflar, en la miseria, más cercanos, hasta casi besarse por dentro. paradojas amorosas. me encantó el relato!
ResponderEliminarPois mira ti por onde, estes días na TV hai moitos spots publicitarios anunciando remedios para estoupar o globo.
ResponderEliminar(A chica saiuche infinitamente máis guapa e risueña)
Bicos gaseosos