miércoles, 5 de diciembre de 2007

PAC (indolencia II)


Últimamente nos están presentando bastantes reclamaciones. En general, la gente no sabe escribir. Sin embargo, me llama la atención la idea de una recopilación de ellas en un libro para el estudio sociológico. Luego lo pienso mejor y me reprendo a mí misma.. "Pero mujeriña, son personas, con sus defectos y sus virtudes, con su valentía a la hora de coger un boli y rellenar un formulario y quejarse de algo que les parece injusto, aun no sabiendo casi escribir". Bueno, no debo ser tan indolente al fin y al cabo (¡claro que no lo soy!).
Miento un poco.. No sólo me tienta el estudio sociológico o psicológico... Vale, sí, también es un buen anecdotario. Incluso a veces parecen chistes. Lo siento, pero algunos necesitarían saber lo ridículos que son cuando se quejan, necesitarían saber que no tienen derecho moral a quejarse como lo hacen, y la mayoría necesitarían también urgentemente, y esto si es anecdótico, unas clases de caligrafía de primaria.
Como comenté ya en una entrada anterior, el mostrador de servicios sanitarios tiene muchas peculiaridades que no tienen otros mostradores. Cualquiera que trabaje de cara al público sabe como acaba por erosionar tu visión de la generalidad, y aquello de "todo el mundo es bueno" acaba convirtiéndose en desconfianza hasta que se demuestre lo contrario, por supervivencia.
Al servicio de urgencias extrahospitalarias le han puesto un nombre en el Sergas que es muy moderno, y además muy ajustado a la realidad: PAC, que son las siglas de Punto de Atención Continuada. De esta forma, continuada, los usuarios pueden abusar y exigir una atención que la mayoría de las veces dista mucho de ser urgente, sanitariamente hablando. Después todos tenemos nuestras urgencias particulares. Por ejemplo, a todos nos urge ir al banco el domingo por la tarde para así el lunes de mañana poder ir a trabajar tranquilamente, pero resulta que el banco no abre por la tarde, ni por la noche.. y nos parece normal.
Y pensareis, no hay comparación... Y teneis razón: no es lo mismo. Nuestra salud es más importante que nuestro dinero, claro que sí, por eso tenemos que respetar a aquellos profesionales en los que confiamos algo tan importante, y dejarles trabajar en condiciones óptimas.. joder ¡por nuestro propio bien!.
Y pagan justos por pecadores. Sí. Y hay justos y pecadores en el bando de los profesionales y en el bando de los usuarios-pacientes. Sí, también.
La palabra clave aquí es RESPETO, por parte de todos. Cuando se abusa del sistema sanitario tal y como está planteado (muy a mano para el abusador), no sólo no se respeta a los profesionales, tampoco a todas aquellas personas que llegado el momento, lo necesitan de verdad, y se encuentran con un desbaratado tinglado, que, sinceramente, uno no sabe muy bien como al final va funcionando. Parece increíble que no pasen más desgracias.

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