viernes, 20 de julio de 2007

MI MADRE Y YO


Anteayer vi algo en la tele que me hizo pensar en mi madre y en mí. Las relaciones humanas son complicadas y tienen muchas peculiaridades. Suele decirse que cada persona es un mundo, así que cada pareja constituye un paisaje único. Y no sólo eso, sino que una relación influirá sobremanera en las otras, complicando más si cabe el paisaje humano que tiene que ver con nosotros y con quienes nos rodean. La relación con tu madre es definitivamente importante en tus relaciones con los demás.

En la tele repetían uno de los capítulos de "Entre fantasmas", donde el fantasma que solicitaba la ayuda de la protagonista era autista, y no se iba "hacia la luz" porque quería que su compañera sentimental en vida, otra autista, se reencontrara con su madre, que la había abandonado cuando era una niña mal aconsejada por los médicos, que por aquel entonces pensaban que la razón del autismo era la poca capacidad de afecto de sus madres. Que las llamaban "madres frigorífico", pues no eran capaces de dar el consuelo debido a sus hijos que como respuesta se encerraban en su mundo incapaces de interaccionar con su entorno de forma natural.

Y no, yo, evidentemente, no soy autista, pero sí que tengo cierta dificultad en mi relaciones sociales. Me cuesta hacer amigos. Tengo una coraza complicada de salvar, y, cuando alguien la salva y se mete en "mi círculo", pues se encuentra con una persona torpe a la hora de canalizar su afecto y demostrarlo.

Ahora se sabe que el autismo no tiene que ver con la capacidad de afecto de las madres, pero yo sí que creo que la extraña forma de entender el cariño de mi propia madre tiene que ver con mi personalidad y mi forma de relacionarme con el entorno.

Ella misma se justifica a veces diciendo: "¿cómo voy a ser cariñosa si de niña yo jamás recibí cariño?".

Todo esto me hace preguntarme si somos lo que somos o si sólo somos lo que aprendemos a ser.

Otra cosa: en el capítulo decían que las almas eran perfectas, así que las discapacidades, como el autismo, desaparecían cuando se iban al otro mundo. Me pareció curioso.

miércoles, 18 de julio de 2007

OCHO SECRETOS

Arrebatos me manda un meme, pues vamos con el meme ese, ocho secretos, o mejor dicho, ocho cosas que se supone que no se saben de mí... ay que lío..

1. En primer lugar, algo físico: tengo un agujero en la cabeza... a parte de las orejas, nariz, ojos y boca, pues tengo una hendidura en lo alto de la cabeza, entre el pelo, una especie de valle... Ya habeis visto por mi foto que no soy bicéfala, así que no os imagineis el gran cañón del colorado en medio de mi cabeza.. jajajaja. Al parecer es genético. Nada grave y por supuesto no se ve a simple vista.

2. Hablo sola. Sobre todo cuando estoy nerviosa.

3. A veces no me lavo los dientes por la noche antes de acostarme.. y me siento muy culpable por ello, tanto que a a menudo termino levantándome media hora más tarde para lavármelos y poder dormir tranquila.

4. Me he casado DOS veces. Yo no soy como Arrebatos, y no he conseguido reformarme..

5. Alguna vez he llegado a creerme que soy una bruja. Con poderes y todo..

6. Soy una percusionista frustrada. Cuando era pequeña era capaz de imitar la batería de My Sharona con la boca, ¡esto fue antes de aquella versión de The Caravan of Love tan famosa!. Creo que me plagiaron. Ahora estoy desentrenada.. jajaja.

7. Uno más atrevido, que ya entré en calor.. jajaja: nadie me ama como yo. Hablo de sexo, mis mejores experiencias han sido las onanistas. Y he tenido algún buen amante, pero como yo, nadie.

8. Yo puedo volar. Sé volar. Y a veces.. vuelo.

jueves, 5 de julio de 2007

De otro mundo...

Llevamos varios años yendo a Santa María da Feira, en Portugal, al Viagem Medieval que organizan todos los años en agosto. Este año seguramente tampoco fallaremos. La penúltima jornada que fuimos estuvo teñida de una luz especial: El humo ensombrecía el sol que si no fuese por la ceniza que flotaba en el aire brillaría con fuerza. Y quemar se quemaron muchísimas hectareas de monte en Portugal aquel verano, preludio de lo que nos pasaría a nosotros en Galicia justo un año después.. El ambiente era enfermizo, no de un día de agosto de mucho calor: era el calor de una estufa fuera de todo control.. Y la luz era de un mal sueño, como una tormenta de arena oscura que amenaza con destruirlo todo. Daba miedo, pero las fotos que saque aquel día fueron increíbles e irrepetibles (espero).