Llevamos varios años yendo a Santa María da Feira, en Portugal, al Viagem Medieval que organizan todos los años en agosto. Este año seguramente tampoco fallaremos. La penúltima jornada que fuimos estuvo teñida de una luz especial: El humo ensombrecía el sol que si no fuese por la ceniza que flotaba en el aire brillaría con fuerza. Y quemar se quemaron muchísimas hectareas de monte en Portugal aquel verano, preludio de lo que nos pasaría a nosotros en Galicia justo un año después.. El ambiente era enfermizo, no de un día de agosto de mucho calor: era el calor de una estufa fuera de todo control.. Y la luz era de un mal sueño, como una tormenta de arena oscura que amenaza con destruirlo todo. Daba miedo, pero las fotos que saque aquel día fueron increíbles e irrepetibles (espero).
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