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viernes, 11 de septiembre de 2009

No me rayo... mejor me quedo a cuadros


Rayas. Las rayas me rodean. El edredón, el toldo del balcón, mis camisetas, las líneas de las persianas, las paralelas que delimitan el camino... Mil vienen... siguiéndome, y como dice la canción: Espacio y tiempo, juegan al ajedrez.
Y no existen: una recta no es más que una curva de radio infinito. Pero las vemos y se juntan, paralelas, perpendiculares, oblicuas y tangentes, y te quedas a cuadros, rayas que han decidido delimitar un espacio en tu cabeza, pero todo depende de la perspectiva. ¿Acaso el punto en el que se cruzan es único? Y sólo si están en el mismo plano. Geométricas ilusiones... Dos puntos no pueden ocupar el mismo espacio. No te ralles... la vida... es así.
Mírala, majestuosa, planeando en el salado y líquido elemento, con los demás. No te está mirando, no me seas paranoica. Parece una persona disfrazada ¿lo ves?, pero no, esos no son los ojos. Los ojos los tiene al otro lado. Y no es casual, es fruto de una cuidada y despiadada selección. Somos como somos, son como son, porque muchos antes murieron descartados, sin descendencia, pues no eran competitivos. Así es la vida, lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo... que también lo dice una canción.
Lo leí en un blog. A lo mejor es mentira. Pero es una bonita historia, sobre los ojos y las rayas:
Al parecer en un documental unos investigadores estudiaban el comportamiento de estos mamíferos marinos. Durante las sesiones de buceo los animalitos de aparente mirada distraída parecían dejarse estudiar mejor por algunas personas... Se preguntaron como distinguían a unos buzos de los otros, así que decidieron cambiarse los trajes de buceo para intentar engañarlos, pero no lo consiguieron, las rayas seguían dejando que se acercaran las mismas personas. Fueron haciendo más y más cambios intentando engañarlas. Sólo cuando se taparon los ojos consiguieron que las magníficas planeadoras del mar se confundiesen.
Yo les pondría la canción de los Golpes Bajos y me pregunto si la selección natural las perdonará por ser tan descuidadas en su confianza...
Y que siempre haya una canción que lo dice... No lo volveré a hacer más, no lo volveré a hacer más... y lo sientes mucho.. pero la vida es así, no la he inventado yo, la selección... natural y despiadada.