Había empezado ya el rito: primero mojarme bien, sintiendo el agua templadita correr por los conocidos cauces. Después dejar que las infinitas agujas de agua intenten penetrar a través de mi piel sin conseguirlo, desintegrándose en un millón de gotitas con incierto destino. La mayoría se escurrirán hacia el desagüe. Otras quizá consigan formar parte del aire que se humedece cada vez más... Puede que alguna se incorpore a mi cuerpo por alguno de los huecos que llevan allí dentro... Sí, quizá alguna lo consiga.
Noté entonces que me estaba mirando. Con un gesto expresivo. Expresivo... ¿de qué?. ¿Qué me miraba?. Pronto empecé a sentirme incómoda, aquel era mi reino, tenía que estar sola y relajada, y no atenta a las miradas expresivas e indiscretas. ¿Me estaba mirando el nuevo michelín? ¿el que me sale en vacaciones? ¿Acaso no podía dejar de hacer eso? Nunca me había pasado. Consiguió que me enfadase y le salpiqué agua, para borrar aquella estúpida mueca de... yo qué sé.
Nada, aquellas tres gotitas se disponían una y otra vez de la misma manera, alimentando mi inquietud y desasosiego.
- Por favor, ya está bien.. - susurré, un poco alto para que me oyese, quizá así desistiese de su absurda mueca...
Bah!, no había forma, si volvía a salpicar nuevas gotitas volvían a dibujar esa cara en la tapa de mi champú...
Lo cogí y al comprobarlo tan liviano me dí cuenta. Intentaba decírmelo, y yo, paranóica egocéntrica y ensimismada, no supe entenderlo: ¡NO QUEDA!
puñeteras gotitas burlonas!
ResponderEliminardesde luego, el uso de imaginación no es, en absoluto, a cuenta gotas :)
Pues deberia sucederle lo mismo a mi depósito de gas propano, que estaba a cero (cero, cero) por despiste, y no me habia dado cuenta... aunque pensandolo bien, si se me aparece una sonrisa gaseosa y fantasmal sobre el deposito casi me da un mal....
ResponderEliminarLa imaginación al poder.
Bicos.
jajaja
ResponderEliminarAy Pitima me encanta ver el mundo que ven tus ojos. De lo simple haces arte.
¡Y qué bien escribes!
Te aseguro que la próxima vez que me duche, miraré la tapa del champú fijamente a ver qué quiere decirme....
Bicos.
Despues de leerte, la ducha diaria sera diferente, me encanta como a la cosa mas insificante le sacas el lado poetico.
ResponderEliminarUn besito astragalin.
Queda claro que la ducha te inspira, para disfrute nuestro.
ResponderEliminarBuenísimo como azotas la imaginación de tus lectores.
Bico.
Tednrías que contárselo a las Nereidas. Tienen el mismo problema con Artemisa.
ResponderEliminarUn (b)eso!
¿dónde compras ese champú que te avisa de forma tan original de que se ha terminado?
ResponderEliminarMe gusta lo original.
Boeno...tampouco te enfurruñes moito co tapullo do champú; eu -se estivese dentro da bañera- tamén miraría!
ResponderEliminarBicos salpicados
Estamos tan acostumbrados a bañarnos que una simple ducha no nos dice nada... vivimos tan deprisa que nos perdemos los mejores momentos...
ResponderEliminarMe pasaré más por aquí... si me lo permiten, gracias
Saludos desde las Palmas