Ser uno mismo. Ser uno mismo. Ser. Uno. Yo misma.
Conciliar varios intereses, varias vidas, quizá sea complicado, quizá sea muy simple... Todo depende de cómo se sea, de cuánto puedes ceder, de cuánto cederán los demás.. esos demás que todavía no están, que todavía no son... ¿Cómo y cuándo?
Mi directora se erigió en defensora de los que no están. Loable. ¿Sospechoso? ¿Me vió venir? ¿Me caló? ¿No sabía cual era mi punto débil hasta que me vió delante?.
Me alegro de haber hecho esa entrevista personal. Nos conocimos. Resultó ser una persona dialogante y razonable.
Soy como soy. No lo puedo remediar. Soy madre, soy mujer. Soy trabajadora, y soy responsable, y me preocupan mis compañeros, inclusive los que van a venir, a pesar de que conmigo no hubo demasiados miramientos en el pasado, cuando fui perjudicada tantas veces. Pero las injusticias que yo he sufrido no pueden ser pretexto para volver a ser injustos. Soy inocente y transparente, para bien... y también para mal. Así fui, y así me vió mi directora. Hubo un antes y un después. Hubo una tensión y una distensión... aunque la segunda fue más pronunciada en ella que en mí, al fin y al cabo sólo soy Personal de Servicios Generales, y ella, es una toda una Directora, con despacho en la octava planta, "un animal de oficina" como ella misma se definió mientras se disculpaba por no visitar los centros con mayor frecuencia, pues a pesar de eso, decía, estaba muy informada de todo cuanto ocurría en todas partes, que me sorprendería de saber toda la información que llegaba a la gerencia, "hasta el más mínimo conflicto". Me pregunté si toda esa información no les llegaría desvirtuada, y deformada, como, por ejemplo, la actitud y aptitud de sus trabajadores.
El momento álgido de nuestra reunión llegó cuando me ofrecíó una flexibilidad de horario que suponía un turno de 10 a 5 de la tarde. Me sorprendió. Y ella se sorprendió también cuando lo primero que se me ocurrió y solté según me vino fue que en donde yo trabajo sería demasiada carga para una sola persona quedarse sóla de 5 a 10 de la noche.
A partir de ahí quedó probada mi honradez como compañera, y su actitud cambió para mejor. Me dijo que intentaría conseguirme "la mayor", mientras movía la cabeza buscando y barriendo con la mano hacia el suelo las imaginarias miguitas de pan de la mesa de reuniones, sólo faltó que levantase la alfombra y las escondiese allí . Sus ojos se perdían buscando un camino en su cabeza, una fórmula que sin duda a mí se me escapaba, pues no conozco los atajos de las burocracias, los trucos de las directoras. Repetía en voz baja las condiciones que había, las tres plazas deslizantes, desiertas en el concurso de traslados, la OPE, la elección de destino a finales de año.... Sí, bueno bueno... quizá se pueda....
Yo, por mi parte, cada vez estaba más sorprendida, y bueno, también complacida, sí, algo debí hacer o decir bien (pensaba para mí). Sin embargo, y por momentos, tenía la sensación de estar participando en una especie de confabulación, de estar vendiendo mi alma, de dejarme hacer un favor que podría ser lesivo para otros... Aisssssss, ¡esta puñetera honradez tontuna!
Salí del despacho con una sonrisa en los labios, con el trato de llamarla dentro de un mes para concretar y darle un margen de actuación. Ay, pero arrastraba también un poco de culpa... ¿qué quereis? Soy así, un poco tonta, un poco honrada. Me sentí pesarosa por los que vendrán, por lo que podría perjudicarles mi mejora.... Tendrán que hacer más tardes, o quizá tendrán que quedarse por turnos sólos de cinco a diez. Pero hay algo que cambiará positivamente, y es que habrá alguien que les adelantará trabajo en horario de mañana. Los archivos serán míos. Soy responsable y buena compañera, eso no cambiará, y ellos lo sabrán, y espero que lo valoren y me correspondan.
¿Qué os parece a vosotros? ¿Soy mala malísima?... ¿Finalmente cumplirá mi directora? ¿Será buena jefa y sabrá conciliar todos los intereses?... ¿Quizá sólo ha ganado un mes más para confabular sabe Dios qué?. No tengo nada por escrito, no. Tengo que fiarme de su buen hacer... ¿Habré sido inocente de más? ¿Inocente de menos?. ¿Es complicado o es muy simple?.
Aisssssss. Siempre llena de preguntas.
Si es que somos como somos. Con el tiempo cambiamos... ¿eso creeis?.
Heráclito Vs Parménides: Todo cambia, todo permanece. ¿Fifti fifti?. Empate técnico.. jejeje.
El simple hecho de dudar y esos sentimientos agolpándose en tu cabeza
ResponderEliminarya te dan la respuesta de la clase de persona que eres.
Y créeme de un tiempo a esta parte he descubierto lo que es la maldad y el egoísmo en un lugar donde no lo creí posible, se de lo que hablo.
Yo creo que la esencia del temperamento al nacer, permanece intacta el resto de nuestra vida. Como mucho, aprendemos a contenernos, a guardarnos un poquito, a base de tropiezos en la misma piedra, pero yo soy más de Parménides.
ResponderEliminarBesos pensantes.
Yo haría lo mismo,de echo lo hizo un par de veces,pero en mi caso salí escaldada.Espero que te salga mejor a ti y no se eche para trás.
ResponderEliminarYa estoy de vuelta,estuve unos días con la muñeca escayolada de nuevo ( la derecha esta vez...)
Besos
Uno es quien es, en cualquier circunstancia, en cualquier momento, con los cambios que nos va dando la vida... Tal vez sea drástico, pero no me fio de nadie que tenga el titulo de jefe, no me fio de ninguno
ResponderEliminarSomos como somos, creo que nuestra esencia no cambia, lo único es que nos adaptamos, intentamos controlarnos o hacer las cosas de determinada forma, pero en el fondo y ante lo importante y decisivo, somos quienes somos.
ResponderEliminarEn cuanto a tu nueva jefa... pues no se, ojalá tengas suerte, pero no te fies demasiado de las palabras sino de los hechos, empezarás a descubrir desde ya su actitud a través de sus movimientos... La relación entre jefes y empleados acaba siendo como una partida de ajedrez.. siempre alguien tiene que mover ficha con un fin, el jaque mate... al final tienen unos intereses que están por encima de todo y acaban cargándose lo que está en el tablero... no se... Tu se tu misma y abre bien los ojos y oidos...
SUERTE!!!
estoy con heraclito, y con jorge drexler también: nada se pierde, todo se transforma (basta darle al play para darse cuenta)
ResponderEliminarsuerte!
O que é negro vólvese gris e dentro dun mes será branco. ¡Noraboa pola previsible mellora!.
ResponderEliminar(Non es mala, cada un ten que apañarse como poida, outros non o farían por ti, eso é o que me di a min o meu gurú, aínda que eu o fin sempre peco tamén de honradez e tontaina).
Un saúdo.
La esencia de la vida es el movimiento y el cambio, eso creo yo. Pero la identidad más íntima permanece, manteniendo un pulso con la vida, que, nada más nacer, nos condena a morir... y a transformarnos definitivamente en otra identidad del ser. La vida sigue.
ResponderEliminarCris, mi nueva jefa aun no ha llegado. Tengo varias jefas: la directora lleva ya tiempo ahí, más que yo, y por lo que se ve, seguirá un tiempito. La jefa compañera, que trabaja en mi mismo centro, y que también tiene a su directora en la octava planta, se irá, y otra vendrá... En realidad debería ser más compañera que jefa, como siempre han sido con las anteriores, y entonces nos quejábamos de vacío de poder.. jajaja. Si es que nunca estamos contentos.
Silvana, claro que no soy mala, o de eso intento convencerme a diario, pero lo de las culpas es algo difícil de erradicar. Me educaron así, y eso es a veces una carga que tengo que sobrellevar. Pero soy madre ante todo, necesito ver crecer mi niño, y tener algo que ver en lo que aprende a diario. Es una mejora necesaria sin la que no puedo pasar la que estoy pidiendo, y además es merecida. Desde siempre, los últimos en llegar han tenido que adaptarse a la plaza que ellos mismos eligen... (son los mismos argumentos que uso para convencerme a mí misma...).
Bicos y gracias a todos por vuestro interés. Sois un encanto de amigos.
je je al final me lié con tanta jefa a tu alrededor... y pensaba que la que fuiste a ver era la nueva... que lio... joe.. osea que queda otra... joe... siempre acaba habiendo demasiado jefe y jefecillo.... ummmm
ResponderEliminarsuerte
E que se vas á 8ª planta pedir melloras para os que van vir...douche unha labazada virtual!!. (Supoño que funcionará o ascensor, se non vaia sofocón cando se chega a un tête à tête coa xefa...).
ResponderEliminarBiquiños complicadamente simples