- Habría que limpiar esto.. - me dijo en una condicional petición. Me pregunté un momento por la condición, pero la pausa lo inquietó y siguió diciendo - ya lo hago yo..-
- No, trae - interrumpí su camino y le quité el objeto - pensaba limpiarlo un día de estos, tengo que ir a lavarme los dientes, así que no me importa hacerlo ahora - le dije mientras observaba aquella especie de jaula de tubitos blancos con todos aquellos cadáveres en medio.
Cogí un bastoncillo con algodón y lo metí por los recovecos de aquel invento luminoso, trampa mortal de aquellos seres, empeñados en meterse allí dentro, como si fuera un cementerio de elefantes, pequeños elefantes voladores, que no piensan, ni sufren, ni tienen memoria para hacer la ruta que les llevase allí, al cementerio de las moscas y mosquitos.. ¿dónde iban a meterla? ¿como puedes meter un pensamiento en el cerebro de un mosquito?... ¿acaso cabe el sufrimiento?
Los exoesqueletos iban cayendo como macabra lluvia en los alrededores del desagüe del lavabo rosa. Los recordé cuando aún vivían, y volaban obstinados dándose de bruces una y otra vez contra la lámpara, unos por fuera, otros ya por dentro... tramposa luz que nos atrapa, mitad onda, mitad corpúsculo, o todo a la vez, ondulantemente completa, poderosa proyectando toda su seducción, totalmente materia, matándonos con sobredosis de realidad, o con sobredosis de ilusión, excesiva siempre, mentirosa, femenina y atrayente. Malévola luz.
Pero sin ella no puedo leer. Dentro de un tiempo volveré a barrer indolente los cadáveres de los caídos que lloverán de nuevo sobre la cerámica rosa y quién sabe si obstinadamente volveré a reflexionar sobre la naturaleza de la luz: Diosa de ilusiones.
Sin luz no hay vida, salvo para aquellos extraños seres que son capaces de vivir en tinieblas y que hacen de ellas su morada.... pero la luz muchas veces, tal como cuentas, proporciona muerte.
ResponderEliminarVivimos rodeados de extrañas dualidades, de monedas de dos caras, de muros blancos de reversos negros...
Sorpresa sorpresa.... ¿esa luz iluminará tu camino, o hará que levantes la mirada y te pierdas de el?
bueno, a parte de los insectos alados, la luz es nefasta para los moribundos, porque dicen que en la luz está el final de la vida, y dejar de vivir es, en líneas generales, algo malo. aunque para caroline, por ejemplo, fue estupendo "ir hacia la luz", así que no puedo alumbrar conclusión alguna. me parecen unas cuestiones interesantes, en todo caso (para pensar en serio, digo)
ResponderEliminarSeguramente nos habrá valido la pena. Seguramente seguiremos cayendo constantemente atrapados por la mentirosa, femenina y atrayente luz. Y para qué queremos nuestros exoesqueletos sino es por y para morir en la luz.
ResponderEliminarFantástico texto.
Salud
Esa luz, fantástica y atrayente, que te atrapa y devora tu raciocinio, vuelas hacía ella y cuando tu cuerpo quemado y consumido cae te das cuenta que la luz, que te cegó solo enmascaraba la muerte y el fuego del infierno.
ResponderEliminarBienvenida Pitima, se te echo de menos, la Semana Santa hizo estragos en el pequeño mundo de los blogs, y tu falta fue una de las que más senti. Un besazo.
Excesiva, mentirosa, femenina y atrayente...
ResponderEliminarGuau, con ese cóctel madia leva que nos emborrachemos!!!
Un bico!!!