Debido a su colosal discreción, el neutrino sólo fue descubierto en 1953.
Los neutrinos son fermiones, de carga eléctrica nula. Ingenuamente, uno se esperaría que los fermiones tuviesen una masa, ya que son verdaderas partículas de materia: en particular, son mutuamente impenetrables. Si tuviesen una masa, sería muy débil, sin embargo, ésto tendría resonancias considerables en cosmología: al ser los neutrinos las partículas más numerosas del cosmos, el simple hecho de que tengan una masa influiría en el destino a largo plazo del Universo, controlado por la gravitación. Estos pequeños entes discretos tienen pues seguramente algo que decir respecto a la cuestión de saber si el Universo es abierto o cerrado (incluso los domingos). ¿Su expansión proseguirá indefinidamente, o bien será seguida de una recontracción? Esto depende de la densidad media del Universo, según sea suficiente o no para "retener" el Universo por gravitación.
Pero volvamos a los asuntos familiares que anunciábamos. Los fermiones son los constituyentes fundamentales de la materia. Por un lado, los 6 quarks sensibles la la interacción fuerte. Por otro lado los fermiones que son insensibles a dicha interacción: los leptones, que también son seis: el electrón, sus dos primos más pesados y sus neutrinos asociados.
Seis quarks, seis leptones, es una equidad perfecta a partir de la cual se pueden formar tres familias, estructuradas en dobletes. Esta clasificación no es arbitraria: se deriva de argumentos de simetría. Cada familia contiene un leptón cargado, por ejemplo el electrón, su neutrino asociado, y dos quarks. Y por supuesto las antipartículas correspondientes".
Fragmento extractado del libro de Etienne Klein "Las partículas
elementales" (1989)
Al parecer los últimos estudios han descubierto que los neutrinos tienen masa, muy pequeña, del orden de 200.000 veces más pequeña que la masa del electrón.
Atrás quedaron aquellos simples modelos atómicos con protones y neutrones en el núcleo y electrones girando alrededor como si de satélites planetarios se tratasen. Doce partículas (incluyendo materia y antemateria) han tomado el escenario, así como las partículas asociadas a las interacciones (cuatro) que pueden existir entre ellas. Todo se complica un poco más cuando se asocian entre ellas y forman nuevas partículas (bariones y mesones) que deberían llamarse de otro modo, pues ya no son simples, pero claro, después de lo que ha pasado con nuestras antiguas partículas, los protones por ejemplo (formados por 3 quarks), pues cualquiera se atreve a hablar de indivisibilidad.
Podemos dibujar e imaginar uno de aquellos modelos atómicos (el de Bohr es el más simple y conocido), pero quién es el guapo o guapa que me dibuja un quark sin poder verlo (con Heisenberg y su incertidumbre nos hemos topado). Misterioso e invisible mundo subatómico.
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