sábado, 11 de febrero de 2012

Arder en deseos

Deseo algunas cosas.... Eso está bien, me mantiene viva y alegre.


Claro que tiene que ser una combustión controlada eh... que no se nos acabe el calorcito demasiado pronto, que no nos quememos, ni siquiera de gusto... No. Vamos a hacerlo bien.


Material viejo reciclado. Me gusta jugar con los sonidos. 
Bueno, me gusta jugar... 
dejémoslo así...


jueves, 29 de diciembre de 2011

Todo está en algún lugar entre el bien y el mal.

Siempre le habían gustado los espejos. Nunca le devolvían la misma imagen. Al principio buscaba la verdad, pero ahora sabía que la verdad no existe. Nunca lo ves todo. Nunca lo ves igual. Nunca, nunca ves el conjunto. Nunca te ves como eres. Sin embargo sí puedes ver trozos de verdad. A trozos, vemos a trozos, y no sólo la imagen que refleja el espejo. Todo lo que percibes viene sesgado, iluminado más o menos, pero incompleto. Enseguida cogemos los dibujos planos y huecos y los vamos rellenando de colores, de texturas, de volumen, y como reales se cuelan en nuestra cabeza, teniendo a veces más de nosotros mismos que de verdad ajena. Así, todo lo que vemos es un poco reflejo de nosotros mismos.... Y no todo se refleja igual todo el tiempo. Todo cambia, todo fluye, sí. Pero también, siempre permanece algo viejo, algo tuyo, algo que te identifica, que, aunque puedas parecer otra persona, te hace única e irrepetible...  


A veces se asustaba de su imagen del espejo. Películas de terror habían hecho algunos estragos en su cabeza y, de este modo, cuando miraba, no podía evitar ver una especie de entrada a otro mundo.  En ocasiones, se fijaba largamente en la imagen, esperando un renuncio, un algo que desenmascarara  por fin a la impostora del otro lado. Pero la del otro lado sólo renunciaba a imitarla en sus movimientos cuando no le prestaba atención. De reojo le parecía que le hacía burla, y entonces la miraba de repente y se encontraba con su gesto absurdo.... idéntico, como ella pensaba que tendría que ser. Se acercaba y la examinaba más de cerca, muy seria.... hasta que se asustaba, porque le parecía ver el alma de la impostora, tan distinta a la de ella, cómo podría ser, que le susurraba desde allí, detrás de aquellos ojos escrutando, irradiando el sonido sordo de la verdad: Tú no quieres ver la verdad, tienes miedo, no estás preparada, es mejor que no me mires, que no me preguntes, que no me oigas..... Vete mientras puedas, huye, escapa, déjalo ya, cierra esta puerta, esta entrada, esta salida.... o no habrá marcha atrás....


Entonces sonreía, y otra impostora tomaba el control.... Y todo iba mejor. Aquella otra se parecía más a ella. Eso le gustaba pensar.


Cuando compraron la cabina de hidromasaje le gustó que tuviese un espejito de cortesía en uno de los laterales. Además, cada pared de la cabina era en si misma un espejo. Incluso a veces la divertía mirar su reflejo en los tiradores plateados de las puertas, que le devolvían imágenes deformadas, como en una feria, si se movía oportunamente se encontraba con cuatro tetas enormes...jaja. Era divertido...


¡Había jugado con su imagen en el espejo tantas veces!. Le hablaba, hacían bailes, cantaban... Ensayaban situaciones que luego, cuando ella no estaba allí,  nunca resultaban igual.... Aisss, cuánto apoyo le ofreció aquella amiga durante su infancia. Cuánto tiempo pasaron juntas.... 


Poco a poco la fue dejando. Ya casi no hablaban. Casi ni  la miraba. No encontraba tiempo para ella. Y así, la otra, la seria, la mala, la que le susurraba aquellas cosas con la mirada, era la que encontraba al otro lado del espejo....


Cuando se duchaba encontraba a ambas... Una en cada pared de la cabina. Se relajaba tanto que las dejaba a su libre albedrío. No las miraba demasiado para no agobiarlas, que se relajasen también..... Se turnaban las paredes. 


Hoy la pared del espejo de cortesía era de la impostora mala. No se encontraba demasiado bien. Miró a su imagen amiga y le devolvió una mirada de lástima.... La otra, la de la miraba más dura y implacable, estaba como esperando el momento para atacarla... No se sintió demasiado inquieta. 


Su imagen amiga intentó avisarla, pero no pudo hacer nada: como si de una despresurización se tratase, su alma se precipitaba por el espejo de cortesía.... y nada parecía poder parar ese proceso destructivo..... 
Su cuerpo quedó inerte, sentado como una muñeca... empapado, medio vacío.... y sin embargo lastrado por la falta de voluntad, de energía....


Quedaba una esperanza, siempre queda una esperanza: la impostora amiga la sujetó fuertemente por el brazo pegado a su pared-espejo. La fuerza que tiraba en sentido contrario era muy fuerte. Sabía que si no conseguía sujetarla, lo poco que quedaba de ella se destruiría, se iría por aquella puerta abierta a los infiernos. Y ella iría detrás. No había sitio en ningún mundo para un reflejo huérfano. 


¿Conseguirían vencer al mal?


No podrían hacerlo sin amor.


Había llegado la hora de saber la verdad: ¿era el amor una energía que no se crea ni se destruye, que sólo se transforma? ¿en qué se había transformado aquel amor? ¿es el odio lo que queda tras la transformación?


jueves, 22 de diciembre de 2011

PANXOLIÑA

Hoy, día de la salud, os deseo a todos FELICES FIESTAS.

Aquí os queda esta postal preparada con mucho amor y bastante ayuda.