martes, 13 de enero de 2009

Inmodestos quejidos: la mártir


Hubo un tiempo, tampoco demasiado... que pensé que me harían jefa. Todos me miraban con buenos ojos, me decían lo capaz que me veían,  lo bien que me iba el puesto... intentando "convencerme" de aceptarlo.  Yo no me veo de jefa. 
Trabajo bien, pero no creo que sepa imponerme. Más que no saber imponerme creo que la imposición no es el camino. Yo busco consenso, busco justicia, y eso no siempre es posible, porque no sé si podría aceptar una decisión consensuada a sabiendas de que es incorrecta. Al final sería una dictadora: todo para el pueblo, pero sin el pueblo... jajajaja. Si es que el pueblo nunca supo bien lo que realmente le hacía falta... aisss... Sí: eso lo acabo de escribir yo.
No escoges a la gente con la que trabajas. Y yo he tenido bastante suerte hasta ahora, pero claro, cuantos más somos más complicada se pone la cosa...
Yo ya he dicho que, aunque trabaje bien, tenga capacidad organizativa y conozca bien las tareas y al personal, no me veo de jefa, no me veo llamando al orden a mis compañeros, dictando normas... aguantando chaparrones de los superiores e insumisiones de los anárquicos por sistema... No me veo.
Claro que cuando me dijeron el plus que iba a cobrar por ser jefa de equipo se accionó un resorte en mi cabeza.... Aisss: ya empezó la corrupción...
Y cuando ya me había hecho ilusiones... todo se vino abajo.
Y os preguntaréis: ¿qué pasó? (o no, quizá penseis: ¡y a mi qué tus penas y desilusiones!, déjate de rollos y publica algo interesante de verdad... jajajaja.  Bueno, sé que algun@ hasta me tiene cariño... )
Pasó que el menos indicado, el que todos dicen que es un incompetente, un mal compañero, que llega tarde por sistema veinte minutos al menos...  pues está interesado en el puesto,  para poder acceder a más posibilidades de traslado por acumular puntos extra... (no lo motivan las mayores responsabilidades  precisamente, ni está interesado en mejorar el servicio con sus aportaciones.... no). 
Y se lo va a llevar a pesar de todos.. porque así funcionan las cosas: tiene más méritos que yo... jajajajaja,  ¡y que lo digan! ¡Hay que ser muy listo para tener tanta antigüedad "haciendo que trabaja" y sin un sólo tachón en su expediente laboral!. De mayor quiero ser como él... jajajaja. Es broma. Ni en sueños podría ser como él. No tengo estómago: yo tengo vocación sufridora, no valgo para "chulear" a los compañeros...
¿Y ahora qué? De momento desorden, vacío de poder, nadie manda, todos lo hacemos. Y los jefes me piden todo a mí, porque soy la más mejor... la capaz... la idiota que trabaja bien.
En espera de que salga el "concurso de méritos"  estamos pensando en hacer un motín, pero resulta extraño amotinarse cuando no existe jefe alguno que sufra las consecuencias...  Sufriremos los mismos de siempre. Por costumbre. Si es que al final va a ser un filósofo aquel de Gran Hermano que dijo lo de: "los que sufren son los buenos". ¿Será que sufren por ser buenos o que son buenos porque sufren? jajaja. Da para pensar... ¿no creéis?
Habrá que plantarle cara al chulo ¿no? Pero a ver quién es el listo que lidera la marcha sin pensar en las represalias del futuro jefe... quién!... ¡quién me pone la pierna encima pa que no levante cabeza!  jajajajaja


miércoles, 7 de enero de 2009

Buscando los Impares





Las dicotomías forman parte de la realidad. Todo está formado por partes, y si son Dos mejor, y si son opuestas estaremos hipnotizados ante la sencilla y elegante verdad. La imaginación es única entre miles. Miles de miradas, miles de interpretaciones, miles, millones de explicaciones cojas, incompletas, impares... buscando su otro yo.
El camino es sólo uno,  pero siempre se divide en dos, y cada cual en otros dos... hasta el infinito, pues a la verdad le gustan las progresiones geométricas... ¿para qué sumar si puedes multiplicar? Siempre con prisas... y al final llegarás tarde igual, maldita.
A veces ningún camino te lleva a tu destino. Parece absurdo,  pero no lo es... lo juro.
No me crees??
Siempre miento. Y siempre digo la verdad. Me divido en dos: la mentirosa y la sincera. Me encuentro en algún sitio de la recta que va de lo bueno a lo malo, sea cual fuere cada extremo y suponiendo que son intercambiables, pues se sabe que los extremos se unen al final.... y son la misma cosa, que la recta no es tal: no es más que una mentirosa curva de radio infinito.... Bonita, pero mentirosa... ¿y quién no miente?
Centrémonos: no importa si miento o no. En este caso no importa el destino, el camino es la misma verdad... ¿Una,  Simple, y Bella Verdad?
Nada es Uno, nada es Simple, nada es Bello... y sobre todo nada es Verdad. 
Al menos no del todo... 
Y mejor: sería aburrido vivir sin imaginar los puros e interesantes impares.

Foto na Serra do Xurés: Entre Galicia y Portugal

domingo, 4 de enero de 2009

Bebe de mí

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Se rompió el significante. Se le cayó la pimienta encima. Y no sé qué significa que se rompan las copas finas. 
Se rompen las copas que ganaste gracias a los cupones y los puntos de la gasolinera. Gasolina para venir a verme a mí...
A mí.
Se rompió el significante, el que contenía todo el significado, la poesía, el cava, el licor rosado, tintado con la luz de la vela, dulce y espumoso. Y antes, mucho antes de romperse el bonito significante, me lo bebí todo, hasta la última gota. Yo misma me llené de significado. Y eso algo debe significar. 
Sí. Algo.
Salvar lo importante. Quiero ser tu copa, quiero ser tu significante, llena de significados inesperadamente dulces rosados y espumosos.
Yo, ahora, quiero ser tu copa y sorprenderte cada día con un nuevo licor.
Y no importa que se rompa el significante, mientras se salve el significado. 
¿Es así?.  ¿Tiene sentido?. 
Sí, creo que sí. Suena profundo...  y además debe significar algo. 
Oh sí.
Y mientras quede significado que beber,  cualquiera que sea la copa.... Bebamos. Bebamos hasta emborrachar la razón, que no los sentidos... Que el absurdo se quede sin casa, sin refugio, sin significante...  Que sepamos dónde buscar. Que no pasemos sed. Que llueva el cava rosado y dulce.
Thank U.