Sí, supongo que es una excusa, por si este post resulta... mal. Que me valga de desahogo.
Estoy hasta las narices de mi jefa.
Ya ya.. supongo que no soy la única. Supongo que tengo mucha suerte, con trabajo fijo, con muchos derechos que en la privada son sólo adorno... Ya. Ya.
Ya os hablé de ella en otra ocasión. En realidad no es mi jefa JEFA. Vereis, es la que me puede tocar las narices a diario, pero no me puede solucionar nada pues no decide sobre mis condiciones particulares de trabajo.... Así que tiene mi uso y disfrute, pero no tiene que cuidarme... aunque debería, pues yo la trato bien. Creo que la trato demasiado bien. No es recíproco.
Me llama "corazón", "tesoro"... y yo le respondo con un "dime" cada día más seco, la verdad, pues no sé por dónde me va a salir esa vez, y empiezo a temerla en cuanto abre la boca para dirigirse a mí. Reconozco que tiene esa sutil capacidad para descolocarme dulcemente sin que apenas me de cuenta de que me está abroncando... ¡a mí que hago prácticamente todo lo que me pide!
¿¡Pero por qué coño lo hago!?
Después rumio, me desahogo con las otras sufridoras... y me pregunto por qué esta jefa-compañera no me defiende, por qué es tan idiota que no se da cuenta de que me está perdiendo y no le conviene... ¿Cuánto más aguantaré sus desplantes? No es justo cómo me trata, ni a mí ni a los demás, pero claro... ¡es que en el momento ni te das cuenta!. Entre corazones y tesoros te clava puñales con una sonrisa hipócrita.
Amigos: ¡no la soporto!
La buena noticia es que se marcha, aunque habrá que aguantarla un poco más todavía. La mala es que no sabemos quién vendrá en su lugar.... ¿podrá ser peor?... aissss.
Hoy voy a hablar con mi otra jefa, la que decide sobre mi particular, y estoy nerviosa porque apenas la conozco, como tampoco me conoce ella a mí... Me han contado que es razonable. Ya se verá.