sábado, 12 de enero de 2013

Viajar en foto

No soy una restauradora. Tampoco soy cantante ni compositora. No soy escritora. No soy dibujante ni pintora. 
He planchado alguna foto vieja, eso sí. He demolido alguna estructura arquitectónica en el proceso, sin querer... Pero es igual. 
Lo que se me da bien es viajar. Viajo a veces cerca, otras lejos... Y me pierdo en miles de lugares y tiempos a los que me prometo volver alguna vez para ver más y mejor. Pero son demasiados los instantes, demasiadas las fotos, los dibujos, las canciones, las historias. No puedo volver. Pero sí hacer una crónica del viaje... ¿por qué no?
Siempre nos perdemos algo. Y aunque volviéramos las cosas ya no serían igual. Aunque volviéramos y las cosas fueran igual ya no las veríamos igual porque nosotros ya no somos los mismos.
En 1950 (49, 51, 52...) yo no era igual. Una parte importante de mi estaba ahí, en esa foto, repartida en dos personas que paseaban y se dejaban fotografiar.  En aquel tiempo una foto no era algo habitual. 
Buceando en ella mientras cuidadosamente la planchaba y le sacaba algunas manchas y adornos de fachada sospechosos me vi allí dentro. Y vi el niño que subía curioso a la acera mientras miraba la escena del fotógrafo en acción, y un poco más al fondo, cerca ya de la entrada a la calle Real, cerca del Obelisco de A Coruña (en aquel tiempo más La que A), un uniformado hombre vigilaba. Dos parejas: mujer mujer, hombre hombre, ellas delante, ellos detrás. Papá moderno de zapatillas de cordones (o más bien de pobre...). Con las gafas de sol en la mano mamá. 

Dicen algunos que nuestro inconsciente, el dueño de nuestro ser, puede guardar traumas y otros sucesos y vivencias acumulados de hasta cuatro generaciones anteriores. Dicen también que todo pasa por ese tamiz cada vez que llegamos a un juicio. Así nuestra realidad es tan distinta de las realidades de otros. Lo que vemos es el reflejo de nuestra historia y la de nuestros antepasados. 
Parece importante pues, que yo, que no soy restauradora, sea la que le saque algunas imperfecciones a esta foto. Simbólicamente, puede ser terapéutico. 
Lo cierto es que me lo pasé muy bien viajando en el tiempo y el espacio mientras la retocaba y la miraba, desenterrando algunos recuerdos del inconsciente....
Comparto aquí mi viaje en menos de 2 minutos.
La música es de mi amigo raúl.

9 comentarios:

  1. pues esto también lo haces muy bien, la verdad. yo más bien te veo como artista multidisciplinar! :) quedó fenomenal la restauración, la foto está como nueva. buen planchado!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que me ves con buenos ojos. Gracias raúl. Le quedó bien la música ¿verdad?
      Seguiré ensayando, y aprendiendo, que hay mucho que aprender, haciendo lo que me guste hacer.

      Eliminar
  2. Maravillosa restauración Pitima... El Obelisco sigue siendo el mismo, incluso alguna casa también, afortunadamente los uniformes han cambiado. Me encanta ver este tipo de fotos pero si son de la ciudad en la que he nacido y vivo, aún más. Un saludo, Pitima y otro para raúl, por si me lee...jeje...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, a mi me encantan las fotos antiguas, y si son de lugares conocidos mejor. Me sirven para viajar.
      A Coruña... http://pitima.blogspot.com.es/2009/08/quiero-de-las-galletas-esas-que-guardas.html

      Afortunadamente los uniformes han cambiado, pero los traumas arrastrados todavía perduran... Todavía hay dos Españas... ¿verdad?

      Eliminar
    2. Gracias Luis, por tu comentario. Un saludo!

      Eliminar
  3. Excelente traballo de planchado, Pitima; e fermosísima sonrisa da túa nai!

    Bicos viaxeiros

    ResponderEliminar
  4. Canto me gustan as fotos antiguas! comprendo que viaxaras alí, ao pasado, e puideras sentir o balbordo e a brisa na cara e no pelo de túa nai. Vin máis fotos desa época de parellas e amigas paseando os domingos polo cantón... unha coruña que xa pasou á historia, pero non tanto, non tanto! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Non tanto.. non
      Teñen alma as cidades, eu penso que sí, carácter que se vai forxando coa súa historia, coas súas xentes. Como esa casa que ule especial, e fala dos seus habitantes... síp. Os lugares están impregnados de enerxías, de xentes, de pantasmas....
      Bicos Zeltia. Sabía que che gustaban as fotos antiguas. A min me secuestran a mente directamente....

      Eliminar

Comenta, no te quedes con las ganas, que la represión es muy mala, y luego te salen granos...