miércoles, 3 de marzo de 2010

Haciendo cola para los vampiros….

Con mi carpeta-clip llena de hojas de etiquetas y con la lista de unas cincuenta personas voy recorriendo la cola, del primero al último, que casi nunca es el último, pues van llegando más y más…
¿Cómo se llama usted? Permítame su volante. No, no, continúe en la cola, detrás del señor… No, yo sólo etiqueto, le digo a una señora que con una sonrisa me ofrece un sospechoso paquetito envuelto en papel de plata, todo arrugadito.
Recorro la cola diaria de mortal humanidad, de contenedores de sangre, pises y cacas..
De hecho es un acercamiento muy íntimo, se dejan interrogar, se dejan ver así, de buena mañana, tan humanos, algunos con la cara todavía marcada con las arrugas de la almohada, con los ojos de dormir, sin haber desayunado… Pobres. Yo los voy abordando uno a uno, los miro de cerca, los huelo, me acerco a ellos en un momento de descarnada realidad, para ver si están en la lista, y etiquetar sus papeles. Les pido el volante de la analítica. Algunos te desesperan con la lentitud con la que lo sacan del bolsillo, del bolso, te hacen esperar y perder un tiempo precioso, ¡qué son muchos!. Los han doblado cuidadosamente varias veces, o los han enrollado, o los traen metidos en sobres de plástico,  ¡qué complicación para pegar la etiqueta!  Pero yo tengo mucha paciencia, no pasa nada, sonrío y espero, y cuando paso al siguiente me pregunto por qué no lo ha sacado ya…. ¿es que no ha visto de qué va el tema?. Sigo sin perder la paciencia, al fin es un trabajo que me gusta, y no sé por qué. Creo que me siento importante, con la carpetita, buscar y pegar. Siempre me han gustado las pegatinas, desde niña. Será eso, que es como un juego. Divertido, sí.


Algunos, hacia el final de la fila, se asustan un poco con mi intervención, todavía lejos del mostrador no me esperaban. Pero la primera desconfianza se torna casi siempre en cordialidad a la vista de mis buenas intenciones. Creo que en general quedan contentos con mi atención personalizada, los que están lo bastante despiertos para enterarse de algo...


¡Qué nervios pasan algunos mientras busco su nombre! como si estuviera buscándoles en la lista de aprobados…. jaja. Mira, ahí estoy, me asevera uno señalando una de las etiquetas. No, esa no es, le digo yo acostumbrada a los listillos y listillas, a los que comprendo, porque yo haría lo mismo si me ofreciesen una buena vista de las etiquetas. Yo quiero que participen, que vean que los etiqueto bien, aunque algunos no ven nada hasta después de desayunar, están allí a nuestras expensas, haciendo cola para los vampiros del Sergas, los pobres…


Rojo, relativo... E impresiona luego ver toda esa colección, esa gama de rojos en tubos. Rojo sangre.... pero no todas las sangres son iguales, todo un mundo en cada tubo, de color rojo, pero un rojo distinto, con matices.... Rojos más espesos, menos, más claros, más oscuros...


8 comentarios:

  1. Propoño que as extraccións para analíticas as fixeran vampiras (boeno, e vampiros para quen os queira). A base de mordisquiños certeiros e desinfectando previamente coa lingua (con betadine salivar).
    Poda que os dentes penetrando na vea manquen algo máis que unha fina agulla de metal; pero a sensación narcotizandte dos beizos arredor da zona elexida...minimizaría o impacto dolor. E a succión melloraría moitísimo a sensación diante dos putos tubiños de vacío...jajaja

    Eso sí; os resultados da analítica habían ser caralludos!

    Bicos relativamente vermellos.

    ResponderEliminar
  2. ...para pises e cacas...seguimos co sistema tradicional; ou? jajajaja

    ResponderEliminar
  3. seguro que los que aguardan cola mañaneramente se sienten más mejor con la presencia de la vampiresa, con su etiquetado afable y su transferencia de seguridad, de todobajocontrolismo. uno se siempre se siente mejor sabiendo que está en buenas manos.

    ResponderEliminar
  4. ay, pitima, jobá, avisa, que a min todo iso do sangue maréame.
    xa podía ir eu ó sergas cando teño que facer unha analítica, e que me viñera unha moza coma tí, etiquetarme, que me deixara facerme a listilla, dicindolle aí estou eu, pero non, qué listilla, se cando vou a que me quiten sangue, vou pálida coma un cadaver, mareome na cola, sudo frio, entrame a fame, cando me sento coa enfermeira que ten a gomiña (non non "esa" goma, a banda elástica, mullé) xa para entonces son só un pelexo con ollos, un ser descarnado como dis tí, coma unha lebre acorralada polos cans...
    que non me termino de acostumar.
    como botaría de menos unha enfermeira con paciencia, coma tí, un pouco tola, coma tí, capaz de ntrar polos ollos e arrecender.

    canto me gusta que che guste o traballo.
    realmente atender ó publico, non deixa insensible: ou te deshumaniza por completo ou te volve moito máis tolerante
    ¿non si?

    ResponderEliminar
  5. ah, o debuxo!
    o debuxo é teu, ¿va que sí?
    i es tí a vampiresa?

    ResponderEliminar
  6. Un recorrido a la rutina que uno saborea porque le gusta, porque se siente realizada y por el acercamiento con el paciente (cliente).

    La carpeta en la mano impone, pobrecillos que no han desayunado y la marca en la cara. Solo espero que el "chupasangre" sea bueno y no les haga sufrir mucho. En estas cosas mejor hacerlo rápido y de una sola vez. Eso de varios intentos y ahora un pinchazo y luego otro....no, eso desespera hasta al más santo.

    ¿sabes? me he reido con eso de que esperas un buen rato a que un paciente saque la boleta y al siguiente, que está viendo la escena pero como si no fuera con él, cuando le toca su turno comienzo la misma búsqueda que tarda tanto en terminar.

    Bicos, Pitima.
    P.D: Bonito dibujo, el color sepia le da un aire realmente tétrico a ese vampiro ¿o es vampira? :-)

    ResponderEliminar
  7. Eu vou fresca coma unha rosa, sen almorzar, vale, pero recién duchadiña, poida que un poucio despeluxada, pero sempre digo buenos dias, y procuro que mis ojos y los de la vampira se crucen, procuro tener los papeles preparados y mi antebrazo desnudo ya arremangado, y ya, thats it, baby, I`m yours.

    ResponderEliminar
  8. La música vampira nunca tendrá stacattos.

    Saludos

    ResponderEliminar

Comenta, no te quedes con las ganas, que la represión es muy mala, y luego te salen granos...