Una pareja joven se acerca al mostrador. Ella decidida y con cara de resignación, él, un paso por detrás, la mirada esquiva y un gesto de fastidio en la boca.
-Dime - pregunto monocorde, intentando disimular cierta curiosidad que me despierta la actitud de la pareja.
-Venimos al médico- dice ella mirándome a la búsqueda de una complicidad difícil.
-¿Es para tí?- pregunto a sabiendas de que no..
-Es para él..., es que...- y lo mira como pidiéndole ayuda para las explicaciones
-Ya te dije que no viniésemos - le dice por lo bajini
Mi curiosidad se va acrecentando..
-¿Es urgente?- pregunto para saber algo más..
-Sí- dice ella, -No- dice él
- Verás - empieza ella la explicación hablándome como si yo fuese su amiga - es que le hemos dado crema depilatoria a su espalda y ahora está todo irritado - me dice.
-Ah- contesto - ¿a toda la espalda? - intento averiguar todos los pormenores aprovechando la animosa complicidad de ella y ignorando la humillación del pobre incauto.
- Sí, y ahora está fatal, él no quería venir... - y lo mira como riñéndole..
- ¡Yo ya no quería echármela.. fuiste tú quien se empeñó! - le espeta él, dando por perdida toda discreción.
- ¡Claro!, ¡y quedarte así como un oso! ¡por favor!,¡pero si lo hace todo el mundo!- y se gira hacia mí buscando apoyo - ¡ya es una cuestión de higiene!-
- ¡Eh!, ¡que yo me lavo eh! ¡no te pases!- sigue la discusión mientras suben el tono de voz y consiguen que se enteren los que todavía no se habían enterado, allí, al otro lado de la salita de espera de urgencias...
- ¡Bah!- espeta ella girando la cabeza y haciendo aspavientos..
- Bueno - intento mediar - quizá hubiera sido buena idea probar en una pequeña parte de piel antes de darle a toda la espalda, suele ponerlo en el prospecto.. - añado sin saber muy bien si en realidad echo más leña al fuego.. jajaja. Si es que siempre he sido un poco traviesa, y a lo mejor hasta ya me sale sin querer..
- Ya,¿tú crees que lo verían en urgencias?, ahora se ve muy rojo - me apunta ella.
- Sí, claro, pero teneis que esperar en la salita. Preguntad allí quién es el último para el médico- les digo recuperando el tono monocorde (el de "yo ya estoy de vuelta de todo..") mientras les devuelvo la tarjeta sanitaria y después de la rutina del registro en el ordeñador.
Para que logo digan que tras os mostradores solo hai monocordia...
ResponderEliminarExcelente exposición. Mágoa que non nos contases como tiña o lombo o pailán. Para outra vez dille que tés que facer unha inspección ocular previa.
Saúdos
¡Madre mía, cuanto daño a la sociedad ha causado el Cosmopolitan!
ResponderEliminarYa lo dice la sabiduría popular. El hombre y el oso, cuanto más peludo más hermoso.
Este pobre e ingenuo damnificado del mal entendido concepto de belleza actual tiene toda mi solidaridad. ¿Sabes si ha abierto alguna web solicitando firmas de apoyo?
Te diré Chousa, para satisfacer tu curiosidad, que al pobre pailán le dolía hasta el roce de la camisa..., lo que hacía que caminase un poco encogido (claro que igual era de pura humillación.. jejeje). Bueno, Dios los dá y ellos se juntan (algunas son demasiado controladoras y algunos demasiado mansos, para mi gusto).
ResponderEliminarArrebatos, seguro que él no, pero a ella la veo capaz.. jajaja. Incluso de escribir un manual de "cómo tener a tu macho suave como un bebé" jajaja.