miércoles, 30 de enero de 2008

ASOCIACION DE IDEAS

Va el Chousa y me comenta que siempre dibuja la flecha que traspasa los corazones de arícula a ventrículo, esto es, de arriba a abajo, no como yo....
A partir de ahí mi flujo neuronal (llámese pensamiento o lo que se quiera..) pues empieza su viaje insondable al Universo de los Cruces Enrevesados que Forman mi Tejido Neuronal (sinapsis creo que les llaman... entre las neuronas.. ya sabeis.. ¿no?, bueno.. es igual... llámale X) y... tacháaaaan, que diría el Druida, acabo en.... AIRBAG.
Pues eso, que el mundo de las neuronas está poblado de ideas, y que... OH! resulta que se relacionan entre ellas.. De hecho tienen una sociedad complicadísima cuyas leyes no podemos entender nosotros los humanos. Sospecho que hay infinitos mundos de ideas y las leyes que las relacionan cambian, son diferentes en todos los mundos que he podido "visitar", algunos sólo a vista de pájaro, pues son tantos.....
En unos pocos segundos, quizá en algo menos, (es que soy de naturaleza despistada y no me acuerdo), el flujo eléctrico-químico de mis neuronas recorrió el trecho que va del dibujo cuasinfantil del corazón traspasado por la flecha (que digo yo... lo que sí es digno de estudio es el porqué traspasarlo con una flecha, y no la dirección de tamaña osadía.... pero en fines..), hasta la película de Arguiñano, para entendernos, aquella en la que salía el Manolo Manquiña, insuperable, y también la Nataly Seseña, en el puticlub, cantando aquello de: "Auricular... ventricular... auricular... ventricular..." jajajajajaja.. Sí, ya... ¡ahora lo entendeis todo!
Bueno. Pues os dejo aquí algunos recuerdos de la película... (no encontré a la Nataly cantando, por más que la busqué... jajaja).


martes, 29 de enero de 2008

Cuando fui pez


Me metí en la bañera y corrí la cortina de fina tela impermeable que protege el baño de salpicaduras, pero que, sobre todo, me proporciona intimidad, ansiada y placentera intimidad. La soledad en la bañera es uno de mis mayores placeres. Yo y mi ducha, agua caliente en muchas gotas, una dos tres, un ciento, miles, millones, un río, dos tres, un ciento de riachuelos calientes que surcan mi piel, buscando viejos cauces sobre mi desnudo cuerpo, agradecido por la cálida conquista de toda esa agua hecha jirones por mi presencia. Me hago un traje con ellos, mágicas vestiduras que recorren todos mis valles, todas mis cuencas, todas mis redondeces, y me arrancan todos mis secretos... Tantos amantes para mí sola, que me colman y me hacen sucumbir, entregada al placer máximo de la caricia y el mimo... El conocimiento que muestra el agua de mi cuerpo es tan profundo que me hace pensar en mis vidas anteriores, en el comienzo de todo.. allí, en el agua, en casa.. ¿dónde si no podría ser?. He dejado de respirar, mis dedos interrogan detrás de mis orejas.. ¿dónde están mis branquias?, ¿cuándo salí del agua?, ¿cuándo me hice mujer?, ¿cuándo dejé de ser pez?. Cómo voy a acordarme... sólo en sueños. Cada día peor memoria, volver al principio, volver a ser pez, no sirena, no... PEZ.

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