domingo, 7 de junio de 2009

El ritmo de la lluvia

Lluvia.
Llueve.
Está bien. El ritmo de la lluvia.
No hace frío ya. Esta lluvia es agradable. Riega, purifica, limpia.
Las hormonas se han ido. Al menos las naturales. Quedan un poco de las otras: prostaglandinas. Limpiar, vaciar... Se acabó el proyecto.
Así es la vida, se acaba... Y a veces tan pronto que apenas empezó.
Existen tantos debates sobre cuando un ser humano empieza a ser humano... cuando empieza a, simplemente, ser...
Y también muchos eufemismos para sacarle hierro al asunto: la habichuela, el guisante...
No ha sido nada. Una semilla en mal estado.

El técnico de las ecografías estaba experimentado. No era ni muchísimo menos la primera vez que se encontraba en aquella tesitura. Había aprendido a estar serio hasta escuchar el rápido y mágico ritmo del diminuto corazón (el de la habichuela, el del guisante...). Ellos, los papás, miraban expectantes sin que pudiesen sacar nada en claro de su rostro inexpresivo, serio y atento a la pantalla. Tampoco sacaban nada concluyente de todas aquellas sombras del monitor, aunque se sentía distinto de aquella segunda ecografía del primer embarazo, donde ya les dejaron ver algo, para empezar faltaba ese sonido rítmico que calmaría sus almas. Quizá todavía no había conectado bien todo...
Las primeras ecografías siempre son diferentes, los técnicos guardan más las distancias, todavía no se sabe qué se van a encontrar. Así que apenas reconocían al alegre profesional de la última vez que lo habían visitado: simpático y bromeando sobre el sexo de aquel primer bebé, que no había duda, era niño.
Es niño, un precioso niño de 3 años y medio. Pero él ya ni se acordaría de la pareja. Tantas barrigas ecografiadas... ¿cómo acordarse?.

Se aseguró un par de minutos, aunque estuvo convencido desde el primer pantallazo. Todos los padres se merecen el respeto de mirar dos veces, hasta tres... o quizá no se convenciesen, no entendiesen que estaba muy claro. No había latido, y era muy pequeño, un embrión de apenas 8 semanas en una gestante de 12. Un aborto diferido.

Alguien tendría que haberle explicado que aquello podía ocurrir, que el embrión dejase de desarrollarse tempranamente sin generar ningún síntoma. Bueno, en realidad sí que lo hubo, pero quién podía imaginarse aquello. El síntoma era la ausencia de síntomas. De repente las hormonas dejaron de controlar su cuerpo, de trabajar para el nuevo ser. Ya no había nuevo ser. Había vuelto la imparidad y se había sentido mejor, ya no había náusas, los pechos ya no dolían, ¡hasta había bajado de peso un poco!. Simplemente pensó que llevaba bien lo de la dieta, que en este embarazo engordaría lo justo...
Sin embargo algo no iba bien. En el fondo siempre se sabe. Se ven los cuervos, pero no queremos entender, no queremos darnos por enterados... ¡vaya tontería lo de los cuervos! bah!
Pero los hubo. Los vieron los dos. Cómo no verlos, siempre tienes cierta preocupación, los cuervos siempre están ahí, si estas preocupado los ves... no lo puedes evitar.
Y qué... si al fin no puedes controlar casi nada. Y mejor. La intervención humana casi siempre viene a complicarlo todo.
Así lo dijo el técnico: "La naturaleza es sabia", intentando consolarla de un inevitable llanto de sueño roto, de pérdida dolorosa. "Mejor ahora y así que dentro de unas semanas. Imagínese que tuviese que interrumpir usted el embarazo por malformación del feto".
Claro, sí. Así era.
Él debía decir aquello y ellos, tendrían que asumirlo.
Salieron de la consulta hechos un poema, nada que ver con la pareja anterior, cuya sonrisa contagiaba a todos los que esperaban en la sala, incluidos ellos mismos.
Aquella habitación en penumbra se llenaba rápidamente de emociones que empapaban a todos aquellos que entraban. Era como un especialísimo cine, el auténtico y definitivo reality show, la vida... o la no vida, en directo... Sin cartelera. Una sorpresa. Y tú eres uno de los protagonistas.
El guión... ¿quién escribe el puñetero guión?
El guión no está escrito. No hay guión.
Según salió a la luz, deseó sacarse del medio lo antes posible, no quería que aquellos futuros papás se contagiasen de aquella pena tan intensa que no podía evitar que se le desbordase por los ojos, por la cara, por todo su cuerpo. Quiso ir a tirarla lejos, para que no pudiese hacer más daño.

Ahora, el ritmo de la lluvia, que limpia, purifica, riega, la relaja y la hace sentir mejor.
Habrá que empezar de nuevo, después de un descanso, con una sonrisa, con ilusión.... porque no debería tocar la misma película la próxima vez, y porque podría haber sido peor...

Y seguro que en la siguiente saldrían del cine con una sonrisa que contagiar.

11 comentarios:

  1. Hai dolores que son inevitables de levar; por máis consuelo que vos digan. Por iso non teño palabras hoxe. O falador queda mudo...
    So decirvos que na casa tedes un frasquiño da mellor medicina: a sonrisa do reisiño!!!.
    Tomádea a demanda, incluso podedes excedervos. Cría adicción, si; pero resulta sumamente efectiva.

    Un bico grande para os dous.

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  2. joer, siento mucho la noticia. da casi rabia ese triste consuelo, como que encima hay que estar agradecidos porque la cosa se podía haber complicado mucho más. "toma mala", alguien tuvo que gritar, al tiempo que golpeaba la claqueta con determinación. ánimo, que seguro que esta película terminará siendo un éxito.

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  3. Lo siento mucho por los tres y cualquier cosa que os digan ahora no os va a servir de consuelo. Así que reponeros tan pronto como podáis. Un besito.

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  4. Crecer no es más que aprender a despedirse. Crecemos, y de qué manera. Y nos despedimos de tanta gente, de tantos sueños, de tantas vidas. Y cada vez que lo hacemos nos despojamos un poco de aquello que somos, o de lo que creíamos ser. Y de repente somos diferentes. Con una nueva historia. Con muchas nuevas páginas blancas por escribir. Tantas alegrías por escribir, que resulta imposible imaginarlas cuando el alma se anega de lágrimas.
    Que fría se vuelve la red cuando uno trata de decir lo siento. Y es por eso que no lo diré, no. Solo diré que viva el aroma de esas nuevas páginas blancas.
    Una aperta moi forte amiga.

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  5. La lluvia, asi tan suave y tenue como tú la explicas, purifica y alivia, da sosiego y calma no solo al cuerpo sino al alma.

    Y es que el dolor se palpa aunque no se viva la historia en primera persona. Lo siento.

    La peli no fue de tu agrado ¡Como para serlo verdad? pero la vida es larga, el camino que nos traza nunca lo sabemos de antemano o al menos no lo conocemos con las sorpresas que solo él sabe nos deparará.

    Yo te animo, les animo a los dos, a pasar el duelo que es tiempo necesario, pero a no dejar de mirar hacia adelante. Que lo que tienes ahora mismo(que es mucho aunque te parezca la mas desgraciada del mundo) te de fuerzas para no dejar de sonreir y recuerda que el tiempo traerá otra peli que entonces dejará muy buen sabor de boca.


    ¡Aupa, guapa! y mucho ánimo.

    Un besote (biquiños)

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  6. Cuando la lluvia suena bien, y mientras pongan una película que valga la pena, las fuerzas que llevas dentro, las fuerzas que dejas entrever, te harán más hermosa que de costumbre.
    Un abrazo

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  7. siento que ese proyecto de un futuro hijo que ya había empezado a formarse en tu cuerpo y en tu corazón, se haya truncado.
    pero eso hacemos en la vida: nuevos proyectos.
    como tú dices, descansar el cuerpo y la mente, dejar que venga la paz, y esbozar de nuevo otra sonrisa, una nueva ilusión.
    un abrazo cargado de la serenidad que necesitas.

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  8. esta es mi primera visita a tu blog, el cual me ha encantado. Igual que la foto de tu ombligo¡¡¡¡¡
    besos y volveré.

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  9. Ay, Loren, qué mala memoria tienes... jajaja. Bueno, de todos modos gracias, y vuelve cuando quieras!!!!

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  10. vengo a desearte que el fuego purificador, y la magia del solsticio, disuelva los posos oscuros que te hayan podido quedar en tu interior, y el sol baile para tí en el anochecer de sanxoan

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  11. Gracias amiga!!
    Aquí el cielo amenaza tormenta.. y me siento rara.. aisss.. Será que sí que soy un poco meiga yo. No me arrimaré al fuego esta noche, pero sí que espero purificarme... no más de la cuenta.. jajaja.
    Quizá dance la lluvia. A mi me vale.
    Precioso comentario Zeltia.

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