martes, 19 de mayo de 2009

Y tú... ¿cómo ves la Luna?

La luna es redonda. 
No lo es. Está achatada, o le faltan bocados, a veces por un lado, otras por otro.
La luna es redonda. No todo lo que ves es cierto. La luna es redonda, y siempre tiene el mismo tamaño.
Mentira: A veces crece, otras decrece y... desaparece. Se la come la oscura noche, que le va dando bocaditos cuando nadie mira, pero luego se siente culpable y los va vomitando, de uno en uno, otra vez al despiste, impecables, como si nunca se los hubiese comido...
La luz te hace creer esos extraordinarios cuentos. No me seas inocente.
A mí me gustan los cuentos.

................
- Ay mi niña linda. Venga, deja de protestar que ya llegamos -  la bebé mira a su charlatán padre sin perder detalle, y sin dejar de protestar...
La pediatra sale dispuesta a bajar a la salita para su descanso. El papá llegó antes de tiempo. Un bendito (así lo describió ella misma después, cuando nos contó la historia...)

- ¡Qué padre más enamorado de su niña! - decía la enfermera - No paraba de hablarle, como si fuera mayor, como si le entendiese, me hizo mucha gracia -
- Es que es un bendito -  contestó la pediatra - siempre le habla así, es muy tierno...- 

- Mira quién está aquí.... Saluda a la doctora- dijo el papá
- Cinco meses ya ¿no? - la médica le hacía carantoñas al bebé 
- Sí - contestó su padre - ¿a que está bonita?, así sonriente casi ni se le nota ya ¿verdad? - 
- Bueno, notar, sí que se le nota... - contestó la pediatra - pero un poco menos - añadió para no contrariar al embelesado padre.

El bebé tenía la cabeza un poco deformada. En las primeras revisiones la pediatra lo constató. Ahora no entendía por qué aquellos papás, unos benditos tontos, no iban directamente a magistratura para denunciar el trato negligente recibido en el Hospital, al que se dirigieron con un volante preferente en el que se explicaba que el bebé tenía una deformación importante en la cabeza (no el típico achatamiento leve de dormir siempre del mismo lado...) que aun podía corregirse (antes de que se cerrasen los huesos del cráneo, especialmente los de la parte de atrás). 
Pero sólo consiguieron que le diesen cita para el neurólogo infantil para meses más tarde.
 Cuando volvieron a la consulta de la pediatra, contrariada les cambió el volante preferente por uno urgente. 
Consiguen que un neurólogo los reciba unos días más tarde por mediación de la persona responsable de la Atención al Paciente, que se dolió porque la madre se le echó a llorar de impotencia por no poder hacer nada para que, simplemente, el neurólogo aceptase ver al bebé lo antes posible....
Cuando por fin entran en la consulta del especialista, éste lee desinteresado el volante, aparentemente sin darle importancia, resignado a hacer un favor, y al fin, se decide a ver al bebé.... 
Al examinarlo cambia de actitud y acepta que es urgente, que hay que hacer algo pronto, pero es necesario comprobar si ya se han cerrado los huesos del cráneo, y si es así habrá que operar a la niña (entre una cosa y otra ha pasado mes y medio y el bebé sigue creciendo con la cabeza deformada).  Así que le hace un volante urgente para un TAC. 

Le dan cita para cuando el bebé tiene más de 5 meses.

La pediatra está indignada. Los padres estúpidamente resignados, ven la cabeza de su maravillosa niña cada vez más redonda... "ya casi ni se le nota... ¿verdad doctora?" 

Les gustan los cuentos. Y su niña es la más bonita del mundo.

10 comentarios:

  1. Puff, supongo que la historia es verdad, o por lo menos basado en hechos reales, es indigante.

    Yo el otro día puse mi primera reclamación en atención al paciente por el trato que me dió un especialista, no creo que valga de nada, pero es que te sientes una basura cuando te tratan con tanto desprecio y si nada hace nada.........

    ResponderEliminar
  2. joer, tú sí que tienes una cabeza redonda para los cuentos (independientemente de si su origen es real o ficticio). indignante que algo así no se ataje por indolencia. menos volantes y más líneas rectas!

    ResponderEliminar
  3. Vou dicir unha cousa que despois negarei tela dito: hai ocasións nas que unha dose de estupidez dilue moitísimo a dor que produce a Estupidez do sistema.

    Tremendamente real e realmente tremendo.

    ResponderEliminar
  4. No se que es mas indignante, si la postura del "sistema", o la postura de los padres.

    Yo lo siento, pero no me veo en esa situación. Antes remuevo cielo y tierra, y pago un privado si en el publico no me hacen caso, y luego les denuncio con informes en la mano... pero ¿que casi no se le nota?... la estupidez se le nota a muchos.

    Bicos.

    ResponderEliminar
  5. La historia de la niña es real, tal y como nos la contó la misma pediatra.
    Cuentos son todo lo demás, todas esas historias que nos creemos, o nos queremos creer, para evitarnos sufrimiento, las verdades incómodas, o simplemente la ignorancia...
    Necesitamos explicaciones porque lo que sabemos es demasiado poco. Los cuentos son salud para nuestras pobres mentes ansiosas de respuestas, deseosas de huir de lo absurdo.

    ResponderEliminar
  6. ¿La Luna? Depende del día. Depende del lado que se acueste Endimión, el pastor que la trae loca.
    Y aquí suspirando por ella, pobres mortales.
    Adoro esa canción.
    Un (b)eso

    ResponderEliminar
  7. Cada día me decepciona mas la seguridad social, conozco casos y mas casos de este tipo y es cuanto menos indignante y difícil de entender.
    Con un seguro privado las cosas no serían igual. Es triste por dos cosas, porque es verdad la afirmación y porque desgraciadamente no todos se pueden permitir tener un seguro privado.

    Estos temas me crean mucha indignación, Pitima, y me hacen sentir impotente. Creo que pocas cosas (o mas bien nada) es tan importante como la salud y mira tú en manos de "quiénes" tenemos la nuestra.

    Muy buen cuento, que nos adentra de puntillas para luego llenarnos hasta el cuello de injusticias.

    Bicos.

    ResponderEliminar
  8. joder, que impactante!
    Quiero tener un sistema sanitario gratuíto, donde no haya diferencias de trato ni preferencias. No estoy a favor de privatizar la medicina. Pero es que necesitamos una reforma, mas medios, no sé; pero que haya que esperar meses por algo urgentísimo... es tremendo, tremendo.
    Se me ha quedado mal cuerpo.

    ResponderEliminar
  9. Buffff. Ogallá esa nena poida algún día gozar da lúa como gozamos nós, e contar contos, e envolver esa dura realidade (que esperemos sexa só duro pasado) en teas de cores e imaxinación

    ResponderEliminar
  10. Polo que sei a nena está ben... Aínda ten algo de deformación, pero non ten máis complicacións... Xa hai moito que non pregunto por ela... Hei de interesarme e se cadra ben volo conto...
    A miña ten tamén un pequeno desnivel na face... moi pouco, a esta sí que case non se lle nota...
    Boeno... eu non llo notara ata que mo dixo a pediatra.... jajaja. (Non puiden evitar lembrarme desta historia).
    Pero desta vez é verdade que case nin se lle nota... e que se foi corrixindo de forma natural... menos mal que non houbo que andar a volantazos... bufs.

    Grazas Alex pola túa visita e polo teu comentario.

    ResponderEliminar

Comenta, no te quedes con las ganas, que la represión es muy mala, y luego te salen granos...