miércoles, 11 de marzo de 2009

Hipersensible

Miraba insistente a la pared. Sentada en el respaldo del sofá, destrozado de afilarse las uñas por detrás y tapado con fundas baratas y gastadas, olisqueaba el hueco que había quedado palmo por palmo. Su escenario, su lugar, había sido profanado. Alguien había quitado el cuadro y dejado aquella sombra más clara en la pared sin preguntarle primero. Yo pasaba de un lado para otro observándola de reojo. Entendía su comportamiento, y me contrariaba molestarla así. Estaba moviendo sus cosas sin previo aviso, sin anestesia previa. Sobrenaturales, hipersensibles, los cambios pueden volverlos locos, pueden incluso matarlos. Son animales de costumbres, siguen sus itinerarios de forma idéntica cada vez. Pasaba todos los días por detrás del jarrón, no por delante, por detrás. Repetía día tras día lo mismo, obsesivamente.
Saben si es sábado o domingo, saben cuando toca comer, cuando toca dormir, cuando toca pasear. Saben cuando el sol se refleja en aquel azulejo, en 3, 2, 1, y ahí está para recoger ese mimo caluroso. Saben cuando llegas, cuando tienes ganas de acariciarlo y cuando es mejor hacer mutis. Hipersensibles. Saben que tiempo hace y que tiempo hará. Perciben los campos electromagnéticos, el imán terrestre, y las corrientes telúricas. Hipersensibles a los olores, a los ruidos. ¡Odian las estridencias! ¡pueden llegar a desquiciarlos!. Y son viciosos del calor. ¡Cuántos no habrán muerto encerrados en el horno! El olor a pelo chamuscado en el taller del herrero. Aissss.
Detectan vibraciones... hasta las más mínimas. Ondas y energías: esas almohadillas en sus patitas y esos largos bigotes. Y siempre caen de pie, ese rabo que les sirve para eso. Así es que los siameses (con el rabo torcido por defecto genético) son algo más torpes.
No llevan bien los cambios. Son los típicos animales de las brujas, magos... Es lógico sabiendo lo sensibles que son a todo lo que les rodea. Ellos perciben esas cosas que se nos escapan a los atrofiados humanos, que no miran, que no escuchan. Las personas a veces vemos, otras oímos, incluso ambas, sentimos poco, y sin embargo no callamos, ¡arrogantes!. Silencio. Los gatos son animales silenciosos (salvo cuando copulan o están en celo... como debe ser... ), discretos, sigilosos, observadores, reflexivos. Descansan y duermen mucho porque sería insufrible tener tantas horas de vigilia hipersensible. Y por eso es necesario que todo sea igual día tras día, todo lo que se pueda, pues lo demás saltará como una liebre y les obligará a prestar atención.
"Ese cambio que me está matando.
¿Por qué me han sacado el cuadro de las olas de aquí? No huele, no está. Mi realidad hecha añicos."
Obsesivamente olisqueaba la pared palmo por palmo. Pero lo peor estaba por llegar. Nos mudábamos. Adiós Madrid. Hola otra vez, miña terra galega.

7 comentarios:

  1. probablemente el único animal doméstico que piensa que somos nosotros sus mascotas. me encanta esa independencia zalamera (dos términos aparentamente incompatibles, ahora que los veo escritos). en fin, que me gustan. como todos los felinos.

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  2. Eres una gran observadora y amante de los gatos.
    Desconocía mucho de lo que aqui has escrito.
    Pero me ha gustado recorrer el escenario palmo a palmo como lo ha hecho ese gatito.

    Biquiños.
    P.D: Estás muy guapa, también, con ese nuevo perfil.

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  3. Debo ser un poco gato yo también, porque soy un animal de costumbres y en ocasiones, hipersensible.

    De nuevo la realidad desde una óptica diferente. Me encanta leerte siempre.

    Un beso

    PD. Por cierto, ya lo dijeron los Siniestro Total:
    "Miña terra galega
    donde el cielo es siempre gris
    miña terra galega
    es duro estar lejos de ti"

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  4. Lo que yo te diga, siempre has sido un poco gata.... tanto conocer las costumbres felinas que al final te mimetizas.
    Buen recorrido gatuno.

    De todos modos, aunque apasionantes, me reafirmo: no volveré a tener gatos dentro de casa... no se lo merecen, no nos lo merecemos.

    Bicos.

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  5. Boeno, eu penso que tamén nos semellamos aos gatos en algunhas cousas (e non so nos berridos lascivos, malpensada!). Tamén nesa case nunca recoñecida búsqueda de certos comportamentos rutinarios. Claro que nós non temos as patiñas tan ben almohadilladas...

    Miau!

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  6. (Por certo!, nesta nova foto do perfil xa non te semellas tanto a aquel persoaxe que che dixen un día jajaja)

    Marramamiau outra vez

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  7. Qué chulo y bien escrito! Te invito a mis casas. Si ves o lees algo que gustes, nos seguimos con comentarios. ¿Ok? Saludos!

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