sábado, 27 de octubre de 2007

STOP THE WORLD

Si el mundo dejase de moverse sería una hecatombe, un desastre. Traslación y rotación se superponen y no dejan descanso al planeta que jamás se detiene. Ese planeta herido salvajemente por la humanidad.

La humanidad, como parte del mismo planeta también está herida. Los infartados del alma vagamos por la superficie terrestre aparentando normalidad cuando en realidad deseamos gritar aquello de ¡paren! ¡paren por favor! ¡me quiero bajar! ¡necesito parar!

Cuando era una cría (hace dos días y medio), hacía teatro (a veces todavía me recreo un poco.. jajaja). Hacíamos un musical en el que una de las canciones, denunciando la marginación juvenil, decía algo así:

"Que pare el mundo y yo me voy,
no tengo trabajo, no sé quién soy,
Que pare el mundo y yo me voy,
no quiero empezar otra vez..."

No me la saco de la cabeza últimamente...
Y otra...

1 comentario:

  1. Si, en ocasiones alguna canción o frase inunda reiteradamente nuestro pensar. Estos últimos días yo no dejo de silabear (no me atrevo a cantar) de forma machacona la letra del anuncio de Ikea que prohibe comer en la sala, jugar en la cocina...
    Son licencias que se toma la República Independiente de nuestros cerebros.
    Un bico!!

    ResponderEliminar

Comenta, no te quedes con las ganas, que la represión es muy mala, y luego te salen granos...