lunes, 11 de abril de 2011

Trabajando, sí...

Llegó el temido día...


He cambiado el turno para empezar a trabajar esta semana de tarde... ¡y me toca con la jefa! jaja. Mejor, así la tanteo y veo su capacidad de empatía conmigo, que soy mujer como ella, una mamá.. como ella. Claro que ya dejó atrás el puerperio (aunque yo creo que dura indefinidamente... con matices nuevos, pero dura. Digamos que ser madre te cambia para siempre, sí, verdad verdadera). Ella tiene una niña de 12 años, a las puertas de la adolescencia, con un desarrollo avanzado para su edad, así que está en otra etapa mi jefa, lidiando con otras facetas de la maternidad, seguro que también con su complicación, y puede que más complicada su etapa que la mía, quién sabe..


No le gusta que la llamemos jefa, ni que la veamos como tal. Pero es inevitable, dada la historia aquella.... Y bueno, para qué volver. Digamos que las dos optábamos al puesto y me ganó el concurso, aunque en realidad ni ella ni yo buscábamos más poder o responsabilidad. Ella quería acercarse a su lugar de residencia, y la única forma de trasladarse era optar a la jefatura del grupo. Yo, en vista de que llevaba un tiempito haciendo de media-jefa sin cobrar ningún extra que me diferenciase de mis compañeros, había pensado que era buena idea reclamar el plus de dinerito (tampoco mucho) por ejercer de completa jefa.


Así que aquí estamos, ella y yo.


Empecé mis prácticas con el sacaleches la semana pasada. Además llevé a la nena a la guardería una horita por las mañanas, para que vaya conociendo a las que serán sus cuidadoras ocasionales durante algún tiempo del día, el mínimo indispensable. También comenzamos ya a probar el sabor de la compota de manzana con algo de cereal sin gluten para merendar.. unas pocas cucharaditas, que tampoco quiero sacarle nada de su principal y mejor alimento: la leche materna, la de su mamá, mi leche.


Mi experiencia con el sacaleches fue al principio un poco decepcionante, y me llenó de dudas: no sacaba apenas, no me veía llenando biberones para suplir mi ausencia... No sabía si lo hacía bien, no sabía si el sacarme la leche le sacaría alimento a la nena al principio, guardándola en la nevera (qué absurda me siento... en vez de dársela bien fresquita, del envase original, sin el sabor que coge después de pasarla por todos esos plásticos, y el frescor antinatural de la nevera... que no es lo mismo. NO.)


Después la extrañeza de mi niña cuando le dí el biberón... ¿A qué vienen esas prisas? ¿Por qué sale esto así, tan raro, tan junto?.. Mami, a mi me gusta comer con tiempo, y sentir la leche ligera del principio, calmando mi sed, y llegar, si tengo hambre, a la cremita del final.. y ese sabor, y esa temperatura... la justa. Aisss mami... pero qué es esto??


Aun así se portó mi niña. Lloró un poco cuando se acabó su primer biberón, porque no está acostumbrada a comer tan rápido... Pero cogió bien la tetina y luego aguantó sin pedir más durante un tiempo, que también es de lo que se trata, de que no sienta mi falta!!


Y lo va a sentir, claro, es inevitable, porque no sólo mama por hambre... Lo sé. Espero que podamos resarcirnos en el tiempo que estemos juntas, y espero que sí, que el vaivén de turnos y el trabajo no me desnaturalicen tanto que se resienta mi producción de leche. Quiero darle todo lo que pueda del envase original, que es el mejor formato posible...


Voy a sacarme la leche por dos razones importantes: PRIMERO, porque quiero estimular mi producción, y la única manera, si la nena no mama, es vaciar a menudo la teta (que no es vaciar un cántaro, si no estimular una fábrica!!!), y SEGUNDO, porque a pesar de que evidentemente no es lo mismo darle mi leche conservada en biberón, aun así, las propiedades de la leche materna siguen superando con mucho muchísimo a las de la leche de fórmula. Pero tengo claro que será algo más bien anecdótico: sacaré de un día para otro y la cantidad necesaria, que prefiero darle el máximo de la forma más tradicional y natural posible, aunque eso haga que tenga que darle varias tomas nocturnas, creo que es lo mejor para las dos.


Mi chico cogió esta semana de vacaciones para poder hacer la incorporación lo más suave posible... Y luego viene ya la Semana Santa que cogí yo libre también. Así, entre pitos y gaitas... ya la nena me tiene 6 meses y llega el veranito.... Todo será más fácil.


Y estoy algo nerviosa, porque hace un montón que no voy a trabajar.... ¡Ya casi me van a tener que dar un cursillo de actualización!


Bueno, lo llevo bien, de verdad, con ganas ya de que todo llegue a ser lo más normal y satisfactorio posible.


Podremos! Sí!


Y bueno, iba a meter la canción Duerme Negrito, pero me he puesto a llorar y no es plan...


Así que me quedo con esta otra, más animada... y es que, C'est la vie... that's just the way it goes...