sábado, 10 de octubre de 2009

El misterio del ronroneo

El ronroneo es un misterio.

Un mantra puede ser una sílaba, una palabra, una frase o texto largo, que al ser recitado y repetido va llevando a la persona a un estado de profunda concentración (dhāraṇā)

Yo creo que es el mantra de los gatos. Deben ser de los pocos animales que meditan, ¿por delante del hombre?... ¿por delante de la mujer? jaja. ¿Os escandaliza que contemple la posibilidad de que seamos de especies diferentes, los tres, gatos, hombres y mujeres?
¿Y para qué queremos concentrarnos? Es más... ¿en qué queremos concentrarnos? ¿qué necesitamos meditar con tanta entrega?
¿Hedonismo y egoísmo??
Concentración, en nosotros mismos. Introspección. Concentrarnos en lo bueno, en la intensidad del ser, en nuestra importancia (sin pararnos aquí a discutir el tamaño...jajaja), en lo trascendental de nuestra existencia. Ei, que yo no sé nada, sólo aventuro, sólo vomito... con mayor o menor acierto. Claro. Claro que a veces me salgo del tiesto... Claro. Cuestión de puntería, cuestión de suerte... sí. Más que de talento. Y Claro.

¿Y no es nuestra entrega a los demás lo que debería hacernos felices?

Pero hay que cuidarse, no te vas a entregar así, de cualquier forma... Deberías cuidarte para poder darte en la mejor de las condiciones posibles. Qué bonito...
¿A caballo regalado no se le mira el diente?
Bueno, el que lo regala debería hacerlo, por ética, por auténtica generosidad.


Claro.
Claro no hay nada (qué pesada soy...), aunque algunas ideas se nos presenten así, seductoras, elegantes... ¿cómo van a ser mentiras siendo tan resultonas?. Todas tienen algo de mentira. Y a veces, lo son casi de principio a fin. Una montaña de mentiras formando parte de toda una falsa historia... Patrañas. Si es bonita queremos creerla como auténtica... la historia. ¿Y por qué no?. En cierto modo no nos equivocaremos, porque algo de verdad hay siempre en una mentira, y algo de mentira hay siempre en toda verdad. A veces es un fifty fifty. Lo sabemos. Lo sé, sí, eso sí que lo sé.

Los gatos ronronean cuando algo les gusta. Se concentran en el placer que les produce.
Y cierto es, que resulta agradable acariciar a un gato ronroneante, nos gusta, nos relaja... Respuesta condicionada. Tú los acaricias más porque te gusta su ronroneo. Ellos ronronean más para tener más caricias... Lógico y normal. Parece de verdad...

Pero no todo lo lógico es verdadero. Aissss, con la de verdades absurdas que nos rodean....

Y con esto de los mantras me acuerdo de Tina Turner, que cuando tocaba fondo se refugió en ellos. La ayudaron a levantar el vuelo y alcanzar la calma después de su intempestiva relación con Ike. Claro que Tina debía dar a los mantras una dimensión especial, con esa voz desde las entrañas... Uisss. Sí.

Y como muestra, un botón:



Y estamos rodeados de mantras, sólo hay que saber escucharlos, sentirlos... hacerlos tuyos... Ui, sí, ya lo creo que sí. Todo trabajo tiene su mantra, su ritmo, su cadencia especial, que te ayuda a concentrar tus sentidos en él. Entrégate con amor, y todo saldrá bien, como la seda, suave, suave... así, así...  En todo hay mantras, en todo hay poesía, en todo hay sexo, amor, entrega... Búscalo, por que si lo encuentras... será tuyo... por arte de magia.

6 comentarios:

  1. As tres especies diferentes (gatas, homes e mulleres) non che somos tan distantes á hora de ronronear. So é preciso que haxa quen acariñe con xeitiño e pouco máis...
    Se despois o/a acariñador/a é quen de percibir o gustiño que transmite, mellor que mellor!. E cando academos ese círculo vicioso (nunca mellor dito o de vicioso)de "gústame pq che gusta", vai dar un gustazo...

    E por dar unha nota discordante (en do maior), vou dicir que ademáis de mantras; o que hai tamén é moito/a manta!!! jajaja.

    E como non podía ser doutro xeito: biquiños ronroneantes

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  2. No todo es verdad.... la verdad depende de quien la cuente.... para unos, unos trajes son un regalo, para otros un soborno... todo es verdad... todo es mentira.

    El ronroneo no siempre es verdad... no siempre los gatos ronronean cuando les gusta... o es que cambian de opinión en una fracción de segundo, y te echan los dientes... ¿no te ha pasado nunca?. Real como la vida misma... ahora te gusta, dos parpadeos mas tarde se te hace insoportable.... de tan intenso, supongo.

    Meditar es dejar de pensar. Deberíamos estudiar eso... sentirnos bien al no pensar en nada, al desconectar de lo que somos.... Reiniciar por segundos el sistema para borrar los defectos de programación, la basura que se va acumulando en el disco duro, y que el sistema no elimina (si al final, microsoft no ha desarrollado nada).

    Te dejo, que me pierdo... voy a ronronear bajo la ducha.
    Bicos.

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  3. está bien eso del mantra en el trabajo, que todo trabajo tiene su cadencia especial; trato de pensar cual será el mantra del mío, porque mañana tengo que ir... a las 8 de la mañana allí, después de 10 días sin aparecer,
    oh, oh! no sé yo si podré entregarme con amor...
    y del ronroneo, tiene razón el druida, que no me fío ni un pelo, porque mi gata está ronroneando (parece que feliz) y de pronto te muerde!
    y algún hombre, lo mismo.
    no me fío nada de ninguno de los dos
    :-)

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  4. pues yo creo que los gatos, cuando suben a nuestro regazo, son como una mantra, especialmente en agosto, aunque ellos no se arriman en agosto, porque hace mucho calor, y eso es una verdad-verdadera, sin ambajes, y por eso me gustan los gatos

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  5. ¿Estamos rodeados de mantras? Y yo mirando para otro lado....¡cachis!

    Pues si que hay cosas que me dejan embelesada, suaves, suaves..... me dejan "piano, piano" (vamos, gato no sé, pero pajarito si que me dejan) y entro en un estado de tranquilidad absoluta.
    Aunque no me escucho, pero me preocupa que ronronee como los gatos. ainss jaja

    Seguiré concentrada a ver si no se me escapa ningún mantra de esos.
    Me gustó esta entrada.

    Bicos, Pitima.

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  6. te juro que intenté hacer del sonido de la impresora un mantra
    pordió. ni mantra ni leches. paseíllo a buscar café cada dos horas
    :-)

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